Entrevistamos a Amelia Gascón, autora de La toga sagrada.
—¿Cómo te sientes ante la publicación del libro?
Muy feliz y satisfecha por la realización de un trabajo de años que esperaba que viera la luz algún día y, finalmente, ese día llegó
—¿Qué nos puedes contar sobre él?
Se trata de una novela que relata la vida de algunas mujeres valientes que, desgraciadamente, han sido protagonistas, sin proponérselo, de episodios terroríficos al haberse convertido en víctimas de la violencia de género. Todas las historias concretas de esta novela están basadas en hechos reales, en las vidas de cada una de las protagonistas.
La novela cuenta la realidad que las víctimas experimentan en su lucha por salir de las distintas situaciones de violencia. Desde la interposición de la denuncia hasta la sentencia, aunque, en muchas ocasiones, su historia de terror no acaba ahí. No solo eso, sino que, además, nos muestra en qué se convierte el entorno familiar y personal que se ve seriamente afectado con la irrupción de la violencia en la vida de una mujer.
—¿Cómo fue el proceso de creación?
Fue un proceso largo, de algunos años. Durante ese tiempo fui recopilando las historias y los fragmentos de las vidas que se relatan en la obra para, llegado el momento, poder plasmarlo en forma de novela, a través de la creación de un personaje ficticio que entrelazara todas las vidas de esas mujeres y las hiciera coincidir con ese personaje, que es la abogada Felicidad Sobrino
—¿Cuál fue tu inspiración?
El trato que se da a través de los medios y por parte de algunos cargos políticos a la violencia de género (término acuñado en Beijing en 1995) y a las mujeres maltratadas. Cuando no les interesa ese término, a esa violencia la llaman violencia machista. Porque políticamente interesa. No me gustaba la utilización que se hacía del sufrimiento de las mujeres para sacar rédito político, cuando ni siquiera conocen el verdadero germen y la naturaleza de la violencia que sufren las mujeres a manos de sus parejas.
Ellas no son números. Son mujeres, sienten, sufren, tienen hijos que sufren también esta violencia. Quería que sus historias se conocieran, que las conocieran a ellas y sus vivencias para que dieran cuenta que esta violencia existe, que no es solo una noticia casi diaria en la televisión, y que ellas no se merecen que las utilicen para luchas políticas ni panfletos publicitarios.
—¿Qué hay de ti en este libro?
Siempre hay un poco del autor en cada libro que crea, y en este libro hay también un poco de mí. Yo fui abogada y, por muchos años, me encargué de la defensa de mujeres maltratadas. Ello ha influido, por tanto, en la creación del personaje principal de la abogada Felicidad Sobrino.
—¿Tienes más proyectos en mente?
Eso siempre. Esta es mi segunda novela y ya he comenzado a escribir la tercera. Espero que esté lista en breve.
Puedes hacerte con tu ejemplar de “La toga sagrada” AQUÍ
Y, ya sabes, si tú, al igual que Amelia, quieres ver tu obra publicada, no dudes en escribirnos AQUÍ
Enhorabuena y suerte en esta singladura.