Etiqueta: Lector cero
Lector cero, ¿y eso qué es?
Por fin, hemos terminado de escribir nuestro libro. Nos ha costado, pero lo hemos conseguido. Tras releerlo y revisarlo mil veces, lo damos por acabado. ¿Y ahora qué? ¿Lo enviamos a una editorial? ¿A un agente literario? ¿Nos lo autopublicamos, mejor? Todas estas opciones son válidas. Pero yo te aconsejo que antes de hacer nada, lo pases por un lector cero.
¿Y qué es eso de un lector cero? Pues un lector cero es la primera persona que lee el manuscrito, después de uno mismo, claro. Es una persona que nos da su opinión sobre lo que hemos escrito. Alguien que por primera vez ve desde fuera nuestra creación. Nosotros nos la sabemos de memoria, pues la hemos creado y repasado mil veces. Pero precisamente eso es lo que nos impide ver posibles errores, incoherencias en la narración, o incluso saber si el mensaje que llega al lector es el que de verdad queremos. El lector cero te ayudará a todo ello.
¡Pero cuidado! El lector cero, no es un corrector, ni alguien que te reestructurará tu obra. Sino es el que te dirá si debes mandar el escrito a corrección o no. O si requiere una reestructuración o no. Incluso si se puede publicar o no. Claro está que esto te lo dirá desde su opinión personal.
Hemos de ser cuidadosos a la hora de elegir un lector cero. Tiene que ser una persona ante todo buena lectora, y luego que sepamos que vaya a ser sincera con nosotros. Que si no le gusta algo, por mucho que nos duela, nos lo va a decir sin tapujos. Si lo que buscamos es que simplemente nos alaben nuestro escrito mejor esperar a que esté publicado (serán muchos los que nos digan lo mucho que les ha gustado, sea cierto o no, o incluso sin habérselo leído. No te sorprendas, esto último también sucede). Déjate aconsejar, escucha bien lo que te diga tu lector cero. Aunque si discrepas con él, siempre puedes optar por un segundo lector cero. Si coinciden… ya sabes.
Ser lector cero no es fácil. Por lo tanto, tenemos que ser capaces de valorar su trabajo. Leerse un libro lleva su tiempo, y más si luego tienes que dar tu valoración, informe, consejos… al autor. Si este lector es un familiar o una amistad, no olvides como mínimo agradecérselo y regalarle un ejemplar cuando tu libro esté publicado. Por muy crítico que haya sido con tu manuscrito, seguro que te ha sido de gran ayuda.
Otra opción, si vas en serio con tu libro, es enviar tu manuscrito a un lector cero profesional. Y ahora tú estarás pensando algo como: “sí claro, y ya empiezo gastándome dinero para publicar mi libro”. “Mejor que mi buen amigo/a me diga las cuatro cositas que tengo que cambiar, y lo envío a la editorial, esta ya me dirá qué tengo que cambiar o corregir”. ¿Seguro? ¿Y si por culpa de no haberlo hecho con anterioridad la editorial rechaza tu manuscrito? Las editoriales no suelen decir a los autores que rechazan qué deberían mejorar de su manuscrito (piensa que desde el momento que lo rechazan, ya no va a ser de su incumbencia el manuscrito, ni les va a generar beneficios. Por lo tanto no van a perder tiempo realizando un informe de lectura gratis).
Mi consejo es que, si te lo puedes permitir, elijas las dos opciones. Es decir, primero que sea un lector cero amigo para que te diga lo más evidente. Y una vez lo solventes, contrates a un lector cero profesional para que te haga un buen informe de lectura, que luego puedas utilizar incluso para enviar a editoriales junto con tu manuscrito.
¿Que dónde encontrar un lector cero profesional? En internet podrás encontrar un montón. Y si prefieres que nosotros te ayudemos, estaremos encantados de hacerlo. Basta con que nos envíes un correo a: info@aceneditorial.es
Espero que te haya sido de utilidad este post. Y como siempre, cualquier duda o sugerencia, nos puedes dejar un comentario o enviar un correo y te contestaremos con la mayor brevedad posible.
¡Muchas gracias por leernos!