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Las cosas (jocosas) que todo el mundo quiere saber de los escritores y nadie te ha contado
Bien. Llegó el momento de despejar todas las dudas de todos aquellos que se preguntan cientos de incógnitas sobre los escritores. ¿Cuántos libros has vendido? ¿Puedes vivir de tus escritos? ¿Existen las musas? ¿Cómo te da tiempo a escribir tanto si el día solo tiene veinticuatro horas?
Seguro que has oído o te has preguntado estas cuestiones en algún momento de tu intensa vida. He aquí un regalo para todos aquellos que se interesan por descubrir la verdadera cara de un escritor. Su trabajo, su azar y sus aventuras y desventuras.
Cuando a uno le editan un libro tiene que presentarlo para que se difunda y claro está, para llegar al lector, ese bien preciado que dará opiniones sobre el trabajo impreso. Y claro, para ello hay que dejar atrás todos los miedos. Muchos preguntarán ¿Y no te da corte hablar en público? ¿No te quedas en blanco? ¡No sé cómo eres capaz, con lo que tú eres!
Pues sí, la mayoría de autores son personas, digo la mayoría por si acaso hubiera extraterrestres infiltrados, bromas aparte, como todo ser humano el miedo a hablar en público siempre está presente y aunque el autor sea el dueño de la propia historia que ha creado, tiene respeto a defenderla delante de todos, no olvidemos que es la presentación en sociedad de ese retoño que ha estado escondido durante meses y años y no valen titubeos.
Después de la presentación y tras unos días de circulación de la obra en el mercado llega la siguiente pregunta. Tú, que eres un autor principiante (o no tanto) te topas con un amigo que te hace la pregunta mágica: ¿y cuántos llevas vendidos, ya se ha agotado la primera edición? Te quedas perplejo. No, no soy Cela y acaso la tirada habrá sido, siendo optimistas, de doscientos o trescientos ejemplares. “Pues ya llevaré unos cien libros”, contestas. Y tu amigo te mira como si estuvieras bromeando. Ahí es cuando de mi cabeza. cual viñeta de Snoopy, sale un bocadillo con diálogo que dice: “Ya he vendido 100 ejemplares, eso es la leche” Y tu amigo, con una sonrisa algo forzada te da la enhorabuena esperando que le hubieras comunicado que llevabas vendidos cien mil ejemplares y veinte ediciones. Seamos realistas, es un honor ya que te hayan editado.
Y el autor, sigue recibiendo preguntas, que son de agradecer, pero que te van devolviendo a la realidad del mundo literario, tan vapuleado en el mundo: pocos son los que compran libros. Te llegarán noticias de muchos: “Carla me ha dejado tu libro, me ha encantado”, “A ver si me toca en una rifa de esas que haces”, “¿No lo tienen en bibliotecas? Este mes ando muy mal…” Y mientras, con mojito en mano cuyo precio es igual que tu libro te sonríen brevemente.
Como dato, en los años más duros de la crisis, el sector del libro en España perdió 1.000 millones de euros de facturación y la Feria del Libro de Madrid cerró este año con un 7% menos de ventas.
Y así siguen lloviendo críticas y preguntas, que para eso has escrito un libro: “Pues yo hubiera cambiado el final” “Te has pasado con ese final” “Yo lo hubiera hecho como esa segunda que escribiste” “A ver si escribes algo sobre mí, imagínate”…Solo te viene una respuesta: “Pues hazlo”
Pero las críticas, buenas o malas, son de agradecer y siempre ayudan.
También te dirán que de dónde sacas tiempo, si trabajas ocho horas, ¿cuándo escribes? Aquí hay varias respuestas: por la noche… cuando tú duermes, por la mañana…cuando tú duermes, en vacaciones, mientras tú…echas la siesta en la playa, en el metro, mientras tú viajas sentado mirando a los demás. El tiempo es ese aliado que si uno lo busca se hace tu amigo: y siempre se saca tiempo para lo que a uno le gusta.
Y la pregunta del millón, una vez presentado tu retoño y leído por tus amigos, familiares y lectores desconocidos llega esa gran pregunta, acaso un mes o dos después de haber lanzado la obra: ¿Cuándo sacas la siguiente? Tiempo, amigos, tiempo y paciencia, los libros llevan su tiempo. Pero gracias por vuestro interés, sin él nada tendría sentido.
Amigos lectores, amigos escritores, gracias por hacer todas estas preguntas, por interesaros, por seguirnos, por ayudarnos a sobrevivir en este océano de tiburones donde tú eres el pez pequeño. Que estas preguntas que aquí expongo en tono jocoso estén presentes siempre. Sin vosotros nada tendría sentido. Y no lo olvidéis, léannos, léannos y, ya puestos, compren muchos libros, total son igual de caros que un mojito, y el libro dura toda la vida.
Lean, lean mucho, y recuerden, como dijo Groucho Marx: “Encuentro la televisión muy educativa, cada vez que alguien la enciende me retiro a la habitación a leer un libro”.
Treinta y un años después se editó la mía: “Parecían sombras”. Desde entonces escribo todo lo que se me ocurre: poesía, más novelas, microrrelatos…
Mi cita favorita viene de otro escritor: “El que resiste, gana”.
Mientras tanto vivo y soy feliz.
ÁNGEL M. CASTILLO DE LAS PEÑAS
De profesión: escritor/a
El otro día escuchando la radio, me llamó la atención la entrevista que le estaban haciendo a una escritora. Una escritora de renombre, con bastantes obras publicadas y con muchos ejemplares vendidos a sus espaldas, que le permiten vivir de ello. Es decir, alguien que ha hecho que escribir, además de su pasión, sea su profesión.
La mujer hablaba sobre las innumerables horas que le dedica a su pasión, lo gratificante que es que los lectores hagan cola para que le firmes tu libro, ese que con tanto cariño has escrito. También contaba las muchas entrevistas que le han hecho, lo agotador que es hacer tantas presentaciones por toda España, y ahora que le van a traducir el libro, también serán en el extranjero… Todo muy bonito ¿Verdad? ¿A qué escritor/a no le gustaría? Mucha gente que escribe es con lo que sueña cada vez que envía un manuscrito a una editorial, incluso cada vez que termina un capítulo de su manuscrito. Pero, ¿cuántos realmente lo consiguen?
A veces suelo comparar el mundo editorial con el del fútbol, el deporte que más pasiones levanta en nuestro país. Muchos de los niños que juegan a fútbol en el patio del colegio sueñan con ser Mesi o Ronaldo, y ser titular en el Madrid o en el Barcelona. O si no puede ser, en cualquier otro equipo de primera división. Algunos de estos niños juegan incluso en equipos de fútbol semi-profesionales. Es decir, saben “tocar” la pelota bastante bien, y quizás sean los que más goles marcan de su equipo. Pero, ¿cuántos de ellos tendrán la oportunidad de jugar en un equipo de primera división? o ¿simplemente de vivir de jugar al fútbol? Muy, muy pocos. Casi ninguno. Pues lo mismo sucede en el mundo de los libros ¿Cuántos se pueden permitir vivir de lo que escriben?
Está bien tener esa ilusión de ser escritor (alguien que vive de lo que escribe), pues todo es posible. Pero también tenemos que ser realistas cuando enviamos nuestro manuscrito a una editorial. Puede ser que nuestro humilde escrito llegue a manos de una gran editorial, que esta quiera apostar por él, que guste al público y que vendamos cientos de miles de copias (sólo vendiendo esta cantidad de cada uno de nuestros libros podríamos vivir exclusivamente de escribir).
Pero ¡Despierta! Sé realista. Sí, si compras lotería, puede que te toque el gordo, aunque en el fondo sabes que no va a ser así. Aunque si no juegas, nunca te tocará, eso está claro. Es decir, si crees que realmente tienes algo bueno, no, buenísimo, envíalo a las editoriales grandes (recuerda, es importante, aunque ellos luego lo corrijan, que lo envíes revisado, como si se fuera a publicar ya. Así tendrás más oportunidades). No pierdes nada por intentarlo. Nunca sabes si podrías ser el próximo best seller de alguna gran editorial.
Pero, ¿Y si no te lo aceptan? No pasa nada. Hay cientos de miles de jugadores de fútbol que no viven del fútbol. Pero juegan bien, disfrutan haciéndolo e incluso algunos de ellos se sacan algún dinerillo jugando. Pero al igual que muchos niños sueñan con ser un Messi o un Ronaldo, a pesar de que sólo uno entre cada miles lo conseguirá, las personas que escriben, lo mismo, pueden soñar, pero también tienen que ser conscientes de su nivel, y que sólo un puñado de ellos conseguirá ser escritor/a de profesión.
Por ello, yo como directora de una pequeña y modesta editorial de autores/as noveles, cada vez que escucho una entrevista a un escritor/a de éxito, entiendo mejor las falsas expectativas con las que vienen algunas personas a la editorial. Están muy bien estas entrevistas, pero en pocas se cuenta lo mucho que le ha costado llegar a convertirse en escritor profesional al entrevistado. Casi nadie ha triunfado con su primera obra, incluso si por ella ha apostado una gran editorial. Cuesta mucho hacerse un hueco en el mundo editorial, y sólo unos pocos, con el paso de los años conseguirán vivir de lo que escriben. Sin embargo, a prácticamente todos les tocará compaginarlo con otro trabajo, del que realmente viviran.
En definitiva, te ánimo a seguir luchando por tu sueño de poder vivir de lo que escribes, pero al mismo tiempo, te pido que mantengas los pies en la tierra. También te aconsejo que cuando escribas disfrutes, es lo único que importa. Y por último, si tu libro al final sólo llega a unas decenas de lectores, que estés orgulloso/a de ello y aprendas de sus opiniones y consejos. Nunca sabes qué pasará con tu próximo manuscrito.
Y si aún no has dado el paso de enviar tu manuscrito a una editorial, ya sabes que en ACEN estaremos encantados de que nos lo envíes para poder valorarlo: Publica con ACEN. No somos ni el Barcelona ni el Madrid, pero tenemos muy buenos jugadores, ay, quiero decir escritores/as…
MARTA SENENT RAMOS