Descripción
¡Te invito a viajar amigo lector y posible próximo compañero de viaje! Sí, ¡y a todo lujo! Navegando sobre el NCS Odyssey, el impresionante barco de cruceros en el que he de trabajar esta temporada como crossover musician ejerciendo de músico marinero y errante. Un paquebote con base en la capital de Dinamarca que surcará los mares del Norte de nuestra bella Europa haciendo escalas en puertos de: Noruega, Suecia, Finlandia, Rusia, Países Bálticos, Polonia y Alemania.
Sí, estimado lector, será este un viaje por el extranjero allende nuestras fronteras, pero también ha de ser un itinerario interior sobre el inagotable, vastísimo y expresivo paisaje del piano: leguas y leguas de teclas blancas y negras; millas y millas de navegación surcando los mares del norte y surfeando sobre los pentagramas de cientos de partituras; kilómetros y kilómetros de deambular por corredores, vestíbulos, zonas comunes, puentes y cubiertas de uno de los buques de cruceros más grandes del mundo. Serás, si lo deseas, mi acompañante de camarote, mi confidente de vivencias y emociones sentidas…, experimentarás este inaudito viaje desde su inicio, desde el preciso momento en el que comienzo a escribir este «Diario de bitácora de un músico errante», hoy, ya entrada la noche del 18 de junio de 2005 y una vez acabado de hacer el equipaje y dejado la casa en condiciones para permanecer ausente, navegando, hasta mediados de julio. Este crucero de trabajo, ¡ha sido fortuito e inesperado!, pues ha cambiado mi planning laboral de un día para otro. La casualidad, el destino o quizá la necesidad de fuga por el reciente fallecimiento de un familiar cercano me han hecho aceptar el compromiso, pues tenía ya cerradas y firmadas las actuaciones diarias para todo el verano. Alfred Hitchcock, el famoso cineasta -que consiguió que la cámara lograra imitar la mirada de una persona obligando así al espectador el participar de cierta forma de voyeurismo- dijo en una ocasión: «¡No hay nada como poner a una persona normal en una situación excepcional!». ¡Y este es tu billete de embarque hacia esa ‘situación’ posible acompañante y confidente!, tu pasaje excepcional para compartir conmigo, durante los próximos 27 días, un sueño de ambiente irreal y vivir una “diferente experiencia” que nada tiene que ver con lo que es la vida en tierra.
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