Salvador Bayona nos presenta su primer libro, “Un hombre de mano”, este viernes 9 de marzo a las 19h en Bibliocafé (sede Waico C/Gobernador viejo, 29).
Pero antes de asistir a su presentación, me gustaría que nos hablara un poco sobre su libro y su experiencia. Así que aprovechando que lo tenemos aquí, le he formulado unas pocas preguntas a las que nos ha contestado muy amable.
-(M) ¿Cómo es ver publicado tu primer libro? ¿Ilusionado, nervioso?
-(S) A decir verdad, siento más la responsabilidad de lo que había imaginado. Y estoy un poco abrumado por la cantidad de trabajo que se viene encima. Quiero responder a la confianza que Acen ha depositado en mi novela, pero colocar un producto literario en el mercado, en estos tiempos que corren, va a requerir un esfuerzo ingente. Hay también una inquietud relacionada con someter al juicio público el trabajo de tanto tiempo, y aquellas partes de uno mismo que quedan al descubierto en el texto.
-(M) ¿Qué te motivó a escribir este libro?
-(S) Esta novela nació para ayudar a un amigo, pero en realidad se trata de una conjunción de circunstancias: Yo andaba dando vueltas al mito del padre ausente, que fue un tema recurrente en mis primeros escritos y descubrí que el sufrimiento de un amigo muy querido hundía sus raíces precisamente en un conflicto paterno-filial. Hacía poco que, además, había quedado impactado por el testimonio de la conversión –al cristianismo- de un sicario mejicano. Supongo que, de alguna manera todo esto se juntó para hacer que la narración funcione como una alegoría llena de esperanza.
-(M) ¿Qué hay de ti en esta historia?
-(S) No es un texto autobiográfico, ni mucho menos, pero hay mucho de real en ella. Si yo mismo no me hubiera reconciliado previamente con mi propia historia, a través de la fe, nunca habría pensado que esta reconciliación es posible. Hay multitud de detalles que pertenecen a mi propia experiencia, mi dolor y frustración, pero también mi alegría y esperanza. Pero, en cierta medida, escribir es el resultado de una tensión entre lo que el que escribe necesita revelar de sí mismo y la manera de ocultarlo.
-(M) ¿Qué has querido transmitir con ella?
-(S) Precisamente la lección más valiosa de mi experiencia vital: que es posible cambiar, dejar de odiar, reencontrarse a uno mismo y ver que nada hay casual, que cada vida es una bendición. En definitiva, que todos y cada uno de nosotros es fruto del amor.
-(M) ¿Y no es un poco paradójico que la novela resulte un tanto “negra”?
-(S) Sí, es verdad. No era mi intención que tuviera tanto componente de novela negra, pero es cierto que el propio mundo interior de los personajes, tan amargo y retorcido, lleva la narración en muchas ocasiones por el sendero de la novela negra. Sin embargo, también hay un personaje de la novela que “tira” de la narración hacia la luz. Quiero pensar que el final es plenamente luminoso, y en eso se diferencia radicalmente de una novela negra. En realidad el entorno, la ambientación, la peripecia de los personajes, son únicamente atrezzo o, más bien, el soporte necesario para que la historia transmita esa esperanza de la que hablaba antes.
-(M) ¿Crees, entonces, que tu novela, Un hombre de mano, puede transmitir esa esperanza?
-(S) Eso es lo que me gustaría que sucediera. Verás, cuando lo di a leer a mi amigo, lo único que dijo, tras acabarla fue: “me has hecho pensar, hijo de …”. Con eso me bastó. Creo que puede invitar a la reflexión al lector, sin olvidar que se trata de un producto de entretenimiento, con el que el lector pasará un buen rato. Estoy convencido, sin embargo, que hubiera podido decir lo que he dicho de mil maneras más adecuadas, pero también esto forma parte del juego. Estoy convencido de que si un escritor llegara transmitir realmente lo que bulle en su interior, de manera absoluta, dejaría de escribir.
-(M) ¿Tienes más proyectos en mente?
-(S) Por supuesto. Escribo desde que tenía diez años y espero no dejar de hacerlo. Con el tiempo he aprendido a escribir muy despacio. De manera que los proyectos se agolpan a una velocidad mucho mayor de lo que soy capaz de asimilar. Pero esto es bueno: muchos de esos proyectos languidecerán y morirán, o resurgirán bajo otra forma, otros se fusionarán, y quiero pensar que los pocos que sobrevivan y hayan resistido cuando les toque el turno serán los realmente importantes. De hecho, pienso muy a menudo en la suerte que he tenido de no disponer del tiempo necesario para hacer todo que quería: muchos de los proyectos que en su momento me parecieron fundamentales hubieran resultado un auténtico desastre.
-(M) Presentas tu libro el próximo viernes 9 de marzo ¿Verdad?
-(S) En efecto. Será la primera de, espero, muchas presentaciones. Tendrá lugar en Bibliocafé (sede Wayco), a las 19h. Pero, a decir verdad, prefiero pensar que se tratará de una reunión de amigos, en la que intercambiar ideas, que una presentación formal. Esta novela ya ha vivido conmigo una historia, y con cada lector debe vivir, a partir de ahora, la suya. La presentación, en realidad, es como el momento en que abro la puerta de la jaula. Ya no me pertenece, pero me gusta conocer a algunos con los que tendrá esta nueva existencia. La presentación será un momento perfecto para encontrarnos, conocernos y empezar a compartir esta historia. Espero ver a muchos conocidos y a muchos desconocidos y que todos juntos pasemos un rato fantástico.
-(M) Muchas gracias Salvador. Nos vemos pues esté viernes en Bibliocafé.
-(S) Por supuesto Marta, allí nos veremos.