Hoy hablamos con Román sobre su primer libro “No es por ti (empo) es por mí (edo)” y su presentación mañana viernes 3 de noviembre a las 19h en librería Porteo.
-(M) Hola Román ¿Qué tal? ¿Nervioso?
-(R) Sí, un poquillo.
-(M) Bueno, cuéntanos: ¿Cómo es ver publicado tu primer libro? ¿Ilusionado, nervioso?
-(R) Impresionado. Yo creo que el escritor debe tener un punto de ambición, o de vanidad bien llevada, que le permita creer que algún día verá su obra publicada. De ahí a que finalmente eso suceda hay un mundo. Ahora mismo, creo que me encuentro en la fase de aceptación. Es un sueño.
-(M) ¿Qué te motivó a escribir este libro?
Desde pequeño siempre quise dedicarme a la ficción de algún modo u otro y a los once años comencé a escribir relatos más o menos extensos. Pero creo que la verdadera razón por la que escribo es porque es más barato que hacer cine, al menos en la fase creativa. En cuanto a este libro en particular, no estaba en mis planes: apareció sin pedir permiso.
-(M) Se trata de microrrelatos, ¿de dónde surgen? ¿Van enlazados?
-(R) Hace un año y medio aproximadamente topé en la red social Twitter con los microcuentos de la presentadora Mónica Carrillo y con los aforismos del cineasta Rodrigo Cortés, muy del estilo de las greguerías de Gómez de la Serna. A pesar de ser un género literario menor o denostado por muchos, entendí que la limitación de los ciento cuarenta caracteres de Twitter me permitía comprimir una larga historia en pequeñas palabras, sirviéndome de la metáfora, de los juegos de palabras o incluso de la prosa poética, y la interacción con el lector es más profunda que en la novela porque siempre necesita de su interpretación personal para que el cuento cobre un significado completo. Cuando llevaba unos quinientos pensé que sería una lástima no ver publicada una recopilación.
En cuanto a la relación que pudiesen tener entre sí, el libro es una recopilación de unos 260 microrrelatos aproximadamente, agrupados en tres secciones o capítulos: “cuentos con lupa”, “cavilaciones a sorbos pequeños” y “miradas fugaces por el retrovisor”, lo suficientemente ambiguos para que sea el lector quien decida de qué trata cada uno de ellos.
El título del libro es No es por ti (empo). Es por mí (edo) que, además, es el microrrelato con el que cierras. ¿Por qué elegiste éste precisamente para titularlo?
Me atraía la idea de que el título no pudiese entenderse si se lo leías a alguien en voz alta, al menos, de primeras. En realidad, es una declaración de intenciones: con cada pequeño cuento busco que el lector se pare un segundo, casi como cuando ves un rayo y esperas con la mente en blanco a que se escuche el estruendo.
-(M)¿Qué hay de ti en estos relatos?
-(R) Esta pregunta me la han hecho en muchas ocasiones. Evidentemente, hablo del amor y el desamor porque me ha tocado muy de cerca y, al final y al cabo, empecé a escribirlos como modo de expresarme o como terapia quizá. Pero también hay mucho de ironía o crítica social sin que el amor medie en ninguna de sus vertientes. En definitiva, es una recopilación de lo que he visto y vivido, después de haberlo digerido mejor o peor.
-(M) ¿Tienes más proyectos en mente?
-(R) Algo hay, pero es que siempre lo ha habido. Constantemente me surgen ideas que voy anotando y enumerando en diferentes hojas de papel. Pero, mientras se sigan confundiendo con listas de la compra, no merece mucho la pena hablar de ello.
Muchas gracias Román por contestarme a estas preguntas y mucha suerte en la presentación de mañana.
-(R) Gracias a ti Marta