En esta ocasión, entrevistamos a Nacho Álverez, autor de GESTIÓN EMOCIONAL DE PROYECTOS IT: La historia de K. y las enseñanzas de Creedence.
- Buenos días Nacho. Cuentanos, ¿Cómo te sientes ante la publicación del libro?
Creo que es un momento bastante emocionante y único, que no había vivido nunca. Es genial ver terminado algo que nació como un proyecto paralelo.
Ese momento en el que te llega una caja por transporte, la abres y tienes el fruto de tu trabajo en tus manos, es algo muy gratificante.
- ¿Qué nos puedes contar sobre él?
Podríamos decir que es una colección de anécdotas noveladas sobre comportamientos comunes que me he podido encontrar cuando trabajo en equipo, y cómo lidiar con ello. A veces, olvidamos que lo más importante de los equipos de trabajo son las personas. Y las personas tenemos sentimientos y emociones que podemos llevar al lugar de trabajo.
Además de eso, he querido incluir referencias a material y libros que me han resultado útiles para forjarme como profesional.
Como consecuencia de estos comportamientos comunes siendo descritos, ha sido genial encontrarse con gente que ha podido leer ya el libro y que en algunos casos concretos me comentaran que creían haber presenciado algunas de las escenas, cuando en realidad ese cierto pasaje lo había novelado totalmente.
Eso significa que los personajes funcionan y que los comportamientos son realmente comunes, por lo que la gente los hace suyos. Y es algo que es muy bonito también.
- ¿Cómo fue el proceso de creación?
Pues ha sido un proceso, digamos, muy nocturno. Como tengo hijos pequeños, esperaba a dejarlos dormidos y cuando la casa estaba en orden, es cuando aprovechaba mi ratito diario para escribir. Ha sido un proceso muy largo debido al poco tiempo diario que he podido emplear, pero la verdad es que estoy muy satisfecho con el resultado.
Al final se ha tratado de recordar un montón de vivencias, detectar y escribir el comportamiento común y proponer alternativas de solución.
- ¿Cuál fue tu inspiración?
Mi inspiración ha sido tantas y tantas personas con las que he trabajado y de las que he aprendido tantísimo como para llegar a desarrollar mi trabajo de forma efectiva. Les debo mucho a todas estas personas. Y a Creedence.
- ¿Qué hay de ti en este libro?
Creo que como autor es imposible escribir algo totalmente ajeno a ti. A veces me pregunto cómo hacen grandes de la literatura como Ken Follet o Stephen King, porque es seguro que cuando escriben, una parte de ellos queda allí.
En mi caso está muy relacionado con el estilo. No concibo otra manera dentro de un equipo de trabajo que el de formar un grupo dinámico, didáctico y entretenido, en el que todos podamos aprender de cada uno y olvidemos jerarquías y títulos, sino que cada cual ponga su trocito de sí mismo en la mesa, y entre todos reguemos y cuidemos esa parte de nosotros que al final todos compartimos cada día en el trabajo. Al regar esa parte de nosotros que ponemos en común, cuidarla y reírnos, también ponernos muy centrados en nuestros objetivos junto con quien nos rodea y recordar que todos queremos lo mismo, es ahí donde aparece el buen rollo y la armonía.
Un día una persona muy experimentada de un equipo externo que trabajaba para la empresa en la que estaba desempeñando mi rol me dijo: “Jamás me había sentido tan parte de un equipo de trabajo siendo vosotros el cliente, la verdad es que me siento entre amigos”. Y oye, me llegó hondo el hecho de que la gente estuviera a gusto y además se consiguieran uno a uno todos los objetivos profesionales. Así que quería de alguna forma plasmar cómo se pueden gestionar equipos de trabajo de una forma diferente, con historietas noveladas, con alguna pizca de verdad y también, por qué no, con material de otros autores que he referenciado.
También ha sido curioso intentar identificarme mientras escribía con K., el protagonista, porque busca su forma de aprender a manejar situaciones de trabajo en equipo, y algunas personas con las que he trabajado e intentado aportar a sus carreras, me han acabado identificando como Creedence al terminar el libro, porque digamos que he sido “su Creedence particular”.
- ¿Tienes más proyectos en mente?
Bueno, tengo algunos, pero no literarios. Sé perfectamente que no se puede decir de este agua no beberé, pero creo que ahora es momento de adoptar otros desafíos. Hablo regularmente inglés en el trabajo, pero ahora estoy estudiando francés y me planteo volver a tocar la guitarra, aprendí hace cosa de 21 años y quizás es momento de volver a intentarlo. Con 21 años más y una discapacidad auditiva severa (perdí un oído por un colesteatoma), pero ¿quién dijo miedo?
- ¿Cuándo y dónde lo presentas?
Presentaré Gestión emocional de proyectos IT: La historia de K. y las enseñanzas de Creedence en la Librería Luque, una de las librerías más famosas de Córdoba, el jueves 23 de noviembre a las 20:00. Ahora están en la calle Fray Luis de Granada, número 11.
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