En estas fechas prenavideñas, entrevistamos a Antonio Titos Moreno, autor de la novela Caminando con Violeta.
Antonio ¿Cómo te sientes ante la publicación del libro?
-Verdaderamente ilusionado. Es la primera novela que publico y, a mis años, supone para mí un logro importante. Antes, durante mi vida académica en la Universidad, había escrito y publicado muchas cosas, pero todas ellas de contenido profesional. Escribir una novela era para mí un reto. Comencé a escribir Caminando con Violeta después de jubilarme y desde el principio puse mucho empeño en ella. Pero llegó un momento en que la dejé aparcada: críticas severas al primer original, que reconozco fueron muy ajustadas, aconsejaron que me tomara un tiempo para pensar y retomarla más tarde si hubiera ocasión para ello.
Fue en este ínterin cuando empecé a escribir una serie de relatos cortos que salieron publicados poco antes de la pandemia del Covid con el título de Historias contadas en minutos (La Tribu Edita). De eso hace ya cuatro años, era mi primera publicación literaria y me sentí orgulloso cuando la tuve en mis manos. Pero mi obsesión seguía siendo escribir esta novela. De manera que fue durante el confinamiento cuando llegó la ocasión y retomé Caminando con Violeta. Hice caso a los consejos que me dieron mis censores, le di un giro importante al texto, en el fondo y en la forma, y creo que el producto final ha ganado mucho respecto de las primeras versiones. Hoy, bastante tiempo después, estoy contento con el resultado y me llena de satisfacción verla y tocarla como algo real y tangible.
¿Qué nos puedes contar sobre el libro?
-En líneas generales, como se dice en su contraportada, es una historia intimista y trágica que trata de la vida de dos mujeres, muy amigas aunque de caracteres muy distintos. Sus caminos se cruzaron y tuvieron la suerte de conocerse, de quererse y de poder ayudarse mutuamente. Pero también tuvieron la desgracia de que el tiempo que gozaron de su amistad fue escaso.
Una de ellas es Violeta, verdadera protagonista de la historia. La otra es Margarita, la narradora, que fue su gran amiga y espectadora privilegiada de los casi diecisiete años últimos de su vida.
En su relato, Margarita desgrana las vicisitudes del paso de Violeta por este mundo. El conjunto de circunstancias de su infancia y de su juventud -que ella misma le contó-, y las vivencias en común que tuvieron después, permiten conocer los peculiares posicionamientos de Violeta ante conceptos tan importantes como son: familia, amistad, cultura, estudio, trabajo, política, sexo, enfermedad, dolor, amor y religión.
Todos estos posicionamientos ayudan a explicar su actitud ante la vida. Una actitud que no fue uniforme, sino que sufrió cambios muy profundos según los avatares de cada momento, lo que se tradujo en comportamientos a veces contradictorios, pero que se sustentaron siempre en algunos principios básicos a los que Violeta no estuvo dispuesta a renunciar jamás: su alta valoración de la amistad, su entusiasmo por la cultura, su afición a la política, su ateísmo y su contradictoria relación amor/odio con los hombres.
Como he querido que el protagonismo correspondiera por entero al personaje de Violeta, la figura de Margarita, aunque muy importante y necesaria, fundamentalmente sirve para dar réplica a la protagonista y como soporte para la narración. Por ello el texto únicamente se detiene en los detalles de su vida que justifican un mejor entendimiento del perfil humano de Violeta, que es en el que yo he tratado que se centre el lector. Evidentemente, lo mismo puede decirse de los demás personajes secundarios de la novela: cuando aparecen, siempre es de manera tangencial y en relación a la experiencia vital de las dos amigas.
¿Cuál fue tu inspiración y el proceso de creación?
Un familiar me contó la historia de dos mujeres que él conoció en estas circunstancias y me pareció interesante profundizar en la misma. Partiendo de esa historia, cuyo final ya conocía, empecé a novelar. Evidentemente, no la he contado tal como me la relató, sino que di rienda suelta a mi imaginación y en el libro aparece deliberadamente desfigurada, como corresponde a la fantasía que exige la creación literaria.
A partir de ahí creé dos personajes, que seguramente son de muy distinto perfil a los de la historia real. He cambiado, a propósito, nombres de personas y lugares, con el fin de que nadie pueda reconocerse en ella. Y he mezclado tramas e inventado situaciones, que, por supuesto, casi nada tienen que ver con lo que me contó mi familiar. Pero confieso que he sido fiel a su desenlace. Por lo demás, cualquier detalle que coincida con la realidad, hay que atribuirlo al azar.
¿Qué hay de ti en este libro?
Mentiría si dijera que nada hay de mí en el libro. Siempre hay algo del autor en lo que escribe. He tratado de meterme en la piel de esas mujeres, no sé si con éxito, y he descrito -como he dicho antes- dos personas muy distintas en su forma de pensar y de actuar. Pero no cabe duda de que algo de mi personalidad se refleja en cada una de ellas, aunque ninguna sea mi alter ego. Eso sí, algunas de las experiencias que pongo en la vida de los distintos personajes de la novela, las he vivido personalmente.
¿Cuándo y dónde lo presentas?
Lo presentaré en la sede de la Real Academia de Córdoba, el día 15 de enero de 2024.
¿Tienes más proyectos en mente?
Sí, tengo otra novela pendiente de publicar, aunque de corte muy distinto, mucho más coral y de estilo costumbrista.
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