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Bienvenidos al blog de ACEN Editorial
Salón del autor 360⁰
Este fin de semana Acen Editorial ha tenido el placer de participar en el “Salón del autor 360⁰”. Más de 300 personas relacionadas con el mundo editorial se han dado cita en este congreso pionero. Autores/as, editores, ilustradores, maquetadores, juristas… nos han dado su punto de vista sobre el proceso de publicación de un libro. Son muchas las emociones que hemos vivido en estas dos jornadas, y numerosas las cosas que hemos aprendido. Pero a mí, como editora, me gustaría destacar unas cuantas:
-La excelente organización. Mi más sincera enhorabuena a las personas que se han currado este evento. Interesante, instructivo, diverso… De verdad, magnífico. Ya estamos esperando su segunda edición.
-Prácticamente todos los ponentes coincidieron en el gran cambio que ha experimentado el mundo editorial en los últimos años. Las nuevas tecnologías han dado un giro completo a la manera tradicional de publicar.
-Estas tecnologías han hecho posible que los lectores puedan estar mucho más cerca de los autores que admiran. Siendo así necesario que los autores formen parte activa y se impliquen en el proceso de difusión y promoción de su libro. Algo, que hasta hace unos pocos años, se encargaba en exclusiva la editorial.
-Vimos la importancia de corregir los escritos, y que esta corrección se lleve a cabo por un profesional. Es tan necesaria esta corrección que puede comportar la aceptación, o no, de un manuscrito para ser publicado. Así como, la diferencia ente una buena y una mala obra.
-Igual de importante es dejar en manos de un profesional el diseño y la maquetación de nuestra obra. Que nos entre por los ojos también es muy importante para captar lectores.
-Y para finalizar, si tuviera que hacer una sugerencia al comité de organización para el año que viene, les diría que en los talleres y ponencias hemos echado de menos el punto de vista de las editoriales, tanto de las grandes como de las pequeñas. Hemos notado que en ocasiones no se entendía muy bien el papel de la editorial en el proceso de publicación de un libro.
En definitiva, una experiencia de lo más positiva y enriquecedora. Esperamos con impaciencia la próxima edición del “Salón del autos 360⁰”
MARTA SENENT RAMOS
Entrevista a Laura Uría
Hoy hablamos con Laura Uría. Este sábado 3 de febrero presenta su libro “Somos río”, y queremos que nos hable un poquito de él.
(M)-Buenos días Laura.
(L)- Buenos días Marta.
(M)- Nos ha dicho un pajarito que este sábado presentas tu libro “Somos río”. Cuéntanos, ¿cómo es ver publicado tu libro? ¿Ilusionada, nerviosa?
(L)-Ver publicado algo que tú has creado de la nada, con tus recursos y emociones es algo que, paradójicamente, no puedo explicar muy bien con palabras. La verdad es que esto de escribir es una carrera de fondo y animo a toda persona que disfrute haciéndolo que, sin apego al resultado eso sí, nunca deje de apostar por su talento, porque disfrutando del camino, los resultados llegan solos.
(M)-¿Qué te motivó a escribir este libro?
(L)-SOMOS RÍO es mi segundo libro de poesía y fotografía. La motivación se puede decir que llega de ver cómo salía a la luz el primero. De ver cómo algo que quieres que suceda, si le pones la energía y el amor necesarios, sucede de verdad.
(M)-Se trata de pequeños escritos ¿de dónde surgen? ¿Van enlazados?
(L)-Mis poesías o prosa poética puede decirse que tiene cierta unidad. Los temas suelen ser la aceptación, el amarse y respetarse a una misma y el amor hacia todos los seres y cosas que nos rodean. Surgen de lo más profundo de mi alma. No tengo una pauta marcada para escribir, sino que siempre llevo un cuaderno encima para poder escribir en el momento en el que viene a mi mente todo aquello que de alguna manera, quiero reflejar en palabras.
(M)-¿Qué hay de ti en estos textos?
(L)-En todos los textos que hasta la fecha he escrito, está todo de mí, pues tengo un estilo especialmente intimista, aunque siempre desde un punto vitalista y optimista, sin caer en derrotismos.
(M)-¿Tienes más proyectos en mente?
(L)-Actualmente estoy escribiendo una novela que, a pesar de ser lo primero de ficción que estoy escribiendo, también posee mucho de mí. Son capítulos cortos escritos en primera persona de indicativo intercalados con capítulos escritos en pretérito imperfecto (aunque está en fase de construcción y esto podría cambiar), tratándose de flash back que reflejan los recuerdos de la protagonista.
Una novela que espero tener terminada en unos meses para poder lanzarla y seguir compartiendo mis palabras ahora, en formato novela de ficción.
(M)Presentas tu libro el próximo sábado 3 de febrero ¿Verdad?
(L)-Sí, el próximo sábado 3 de febrero a las 6 de la tarde en la librería Delirio de Móstoles, situada en la calle Sevilla, número 25 (detrás del teatro del bosque), de Móstoles, presento SOMOS RÍO, con muchísimas ganas. Me presentará el escritor, guionista y director de cine Roberto Ruiz Céspedes. De esta manera, daremos a conocer lo que es ya mi segundo libro y estaré encantada de responder a todas las cuestiones que puedan surgir.
Además de esto, recitaré algunos poemas para ir abriendo boca, y con las primeras 18 copias vendidas, regalaré mi cortometraje experimental de nombre homónimo, que paralelamente al libro, he escrito, dirigido, producido y editado.
Invito a toda aquella persona que desee pasarse, con mucha ilusión y cariño.
(M)-Qué ganas Laura de que llegue el sábado y compartir este momento tan emocionante contigo. Te deseo que salga todo fenomenal. Ya nos contarás.
(L) Sí, por supuesto. Nos vemos allí.
MARTA SENENT RAMOS
Microrrelatos. Y eso, ¿cómo se escribe?
El género de microrrelato o relato corto parece estar muy de moda. Pero… ¿Sabemos realmente lo que son y cómo escribir uno? En este post te voy a desvelar algunos truquillos básicos.
Primero hablemos de qué es:
Se trata de un texto breve, que puede ir desde una frase de unas cuantas palabras, a un texto de varias páginas. Lo que lo caracteriza es su brevedad. Éste puede ser desde una historia de ficción, o real, hasta algo poético. Es decir, no pertenece a ningún género en concreto.
Consejos para escribir un microrrelato:
- Piensa en una algo sobre lo que escribir. Una idea, un hecho, un sentimiento… que luego quieras materializar en un microrrelato. Y reflexiona sobre él.
- Sé conciso/a, ve al grano. Aquí no hay espacio para andarte por las ramas. Olvídate de descripciones o aportaciones innecesarias que no afecten directamente a lo quieres transmitir. El esquema nudo-desarrollo-desenlace, aquí generalmente no sirve, no hay espacio. Debes centrarte en aquello concreto que quieres contar.
- Deja volar tu ingenio e imaginación. Sé original. Escribe algo que sorprenda a la persona que lo lea.
- El final. Que sea un final que nadie se espere, que dé un giro a tu historia, que el lector/a se quede con ganas de más, que le dé pie a despertar su imaginación, que interactúe con tu escrito.
- El título. No te olvides que éste forma parte de la historia. Utilízalo para completarla, para darle ese toque que le falta a tus breves líneas.
- Es un texto corto, pero no por ello necesita que le dediquemos menos tiempo que a uno largo. Leerlo y reléelo cuantas veces haga falta. Trabaja en él, no hay espacio para errores. Cada palabra, signo de puntuación, cuentan.
- Lleva una libretita o algo para apuntar siempre contigo. Nunca sabes cuándo te vendrá la inspiración. Apúntalo todo, como sea, luego ya lo perfeccionarás tranquilamente.
- Y por último, como siempre aconsejamos en nuestros posts, lee. Lee muchísimos mirorrelatos, empápate de ellos, aprende, y diferénciate de ellos. Haz algo original.
Para terminar, os dejo el microrrelato más famoso en español:
“Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí.” De Augusto Monterroso.
Espero que este, también breve, post te ayude a crear un buen microrrelato.
Cualquier duda o aportación contacta conmigo y te contestaré encantada.
MARTA SENENT RAMOS
¿HACEMOS UNA PAUSA?
¡Ay! Esas niñas bonitas, que se ponen y se quitan, que te confunden y te consuelan, que no te dejan respirar o te hacen caer en el sopor más absoluto. ¿De qué hablamos? De la coma, por supuesto, y del punto, el punto y coma y los dos puntos.
El PUNTO
Es la pausa más sencilla, pues nos marca el final de un enunciado. Esa marquita no plantea ningún problema, ¿verdad? ¿Quién no sabe dónde colocar ese punto final, o punto y aparte? Pero hay ciertas excepciones que hay que tener en cuenta.
NO se colocan puntos al final de:
Títulos y subtítulos | Las sirenas no saben nadar, Ana te presta su espejo, Código Ámbar, Rosa de los vientos |
Cabeceras de tablas, gráficos, cuadros | Tabla 3. Migración en Europa (1980-1983) |
Índices | 7.1 Coordenadas en el entorno picture
7.2 Incluyendo objetos en el entorno picture 7.4 Cajas en el entorno picture. |
Eslóganes publicitarios | Piensa diferente, Simplemente hazlo |
Pies de imagen descriptivos, siempre que funcionen como etiquetas | Perro comiendo
Niño paseando |
Direcciones electrónicas | info@aceneditorial.es/ https://aceneditorial.es |
Nombres que aparecen solos en una línea | Saludos cordiales,
Elisa Campos |
LA COMA
es más versátil porque puede se puede usar de forma optativa sin que altere el sentido de una frase. Solo da claridad al mensaje o aporta matices expresivos. Sin embargo, también tiene su uso obligatorio. En el próximo cuadro resumo sus usos más habituales.
Para separar un vocativo | Pedro, ¿por qué no te callas?
Dime, Luisa. |
Para separar una expresión interrogativa que pide la confirmación de lo dicho | Esto es así, ¿verdad? |
Para separar el lugar de la fecha (y el día de la semana del mes) en la
datación de documentos
|
Santiago de Chile, 15 de septiembre de 2015
Lunes, 25 de diciembre de 2014 |
Tras conectores discursivos | O sea, no te lo diré jamás. |
En las enumeraciones (cuando la enumeración es completa o exhaustiva, el último elemento va introducido por una conjunción [y, e, o, u, ni], delante de la cual no debe escribirse coma) | Compra peras, plátanos y ciruelas. |
Se escribe coma ante oraciones adversativas introducidas por pero, mas, aunque, para, sino | No me gustan las pipas, pero me las voy a comer.
Estoy de servicio, aunque no lo parezca.
|
Ante oraciones consecutivas introducidas por conque, así que, de manera que | Tú me lo dijiste, así que ahora tienes que ir. |
Para indicar que un complemento afecta a toda la oración | Con respecto a aquella decisión, lo cierto es que nadie la discutió.
Mario canta, lamentablemente.
|
Esto solo es un breve ejemplo, porque el uso de la coma es extenso y diverso. Sí quiero dar algunas pautas sobre su uso.
¿Cuándo NO se debe utilizar?:
- Después de las conjunciones copulativas y disyuntivas (y, e, ni, o, u) cuando enumeran elementos de una misma serie. Sin embargo, no hay que ser tan riguroso pues hay excepciones:
- Se escribe coma delante de estas conjunciones cuando la secuencia que encabezan enlaza con todo el predicado anterior y no con el último de sus miembros coordinados:
Pagó el traje, el bolso y los zapatos, y salió de la tienda.
- Cuando se enlazan miembros gramaticalmente equivalentes dentro de un mismo enunciado, si el último de ellos es semánticamente heterogéneo con respecto a los anteriores (es decir, no introduce un elemento perteneciente a la misma serie o enumeración), por indicar normalmente una conclusión o una consecuencia, se escribe coma delante de la conjunción: Pintaron las paredes de la habitación, cambiaron la disposición de los muebles, pusieron alfombras nuevas, y quedaron encantados con el resultado.
- Cuando la conjunción y tiene valor adversativo (equivale a pero), puede ir precedida de coma: Ya se lo dije, y no me hizo caso.
- MUY, muy importante: NO poner coma entre el SUJETO y el VERBO DE UNA ORACIÓN, tampoco entre el VERBO y el OBJETO.
Es muy habitual ver este tipo de incorrecciones en las obras, sobre todo en frases largas:
La joven que era tan bonita, dejó su bolso en el suelo.
Paco asumió con dignidad, la culpa.
La frase correcta sería:
La joven que era tan bonita dejó su bolso en el suelo.
Paco asumió, con dignidad, la culpa.
Cuando el sujeto es largo, suele hacerse una pausa oralmente, pero esto no se traduce en una pausa gramatical. Hay que respetar las reglas en este sentido.
Por ejemplo:
La rosa que has cortado esta mañana en el jardín, está marchita ya.
Cuando lo correcto sería:
La rosa que has cortado esta mañana en el jardín está marchita ya.
- NO se pone coma detrás de pero cuando precede una oración interrogativa o exclamativa:
Pero ¿dónde tienes que ir?
El PUNTO Y COMA
delimita unidades del discurso menores que un enunciado. Expresa una separación entre dichas unidades mayor que la coma y menor que el punto. Su empleo es bastante subjetivo.
Se recomienda, de forma general, utilizarla en estos supuestos:
Para separar oraciones yuxtapuestas o coordinadas | No tengo ni idea de dónde estamos; tampoco sé
cómo saldremos de aquí. |
Tras conectores discursivos, cuando vinculan periodos que ya
contienen comas en su interior. |
Estaba muy enferma, casi crítica; por eso, avisaron a su familia. |
LOS DOS PUNTOS
De este signo hay que tener en cuenta:
- Con carácter general, se escribe en minúscula tras él. Aunque tiene varias excepciones como su uso tras el saludo en cartas y documentos, cuando se introducen citas o palabras textuales en estilo directo, tras los verbos CERTIFICAR, EXPONER y SOLICITAR.
- Debe evitarse el uso repetido de dos puntos dentro de un mismo enunciado.
Bueno, para acabar, debo indicar que el uso de estos elementos, sobre todo la coma, no es fácil. Aunque espero que estas directrices sirvan de guía y esclarezcan un poco más vuestros discursos narrativos.
ELISA CAMPOS AGUILAR
Y tú, ¿naces o te haces?
Preguntar si el escritor nace o se hace es como preguntar si el matemático sabe sumar desde que nace o aprende a lo largo de su vida. Eso al menos es lo que siempre defiendo cuando me preguntan.
Son varias las opiniones que a lo largo de la historia se han vertido sobre este paradigma: ¿el escritor nace o se hace?
Beethoven afirmaba que “el genio se compone del dos por ciento del talento y noventa y ocho por ciento de perseverante aplicación”. Cierto es que a veces, pero en un porcentaje muy pequeño, hay un ser tocado por alguna divinidad que desde bien joven escribe como por arte de magia. Son los denominados genios de la escritura. Pero, ¿sabíais que el Marqués de Sade comenzó a escribir con cuarenta años desde la Bastilla, o que Giuseppe Tomasi di Lampedusa comenzó casi rozando los sesenta y que su obra El gatopardo fue rechazada por editoriales hasta que fue publicada un año después de su muerte?
Pues sí, el éxito viene dado, parece ser, por el trabajo, el trabajo duro y la perseverancia. Y ya que estamos con dichos:
Nunca es tarde si la dicha es buena.
Y es que a escribir se aprende igual que el que pinta cuadros acude a clases de pintura, el que actúa a clases de arte dramático o el cirujano aprende la ciencia médica en la facultad de Medicina. ¿Por qué el escritor va a ser menos? Sí, es verdad, estaréis pensando que muchos no dan clases de escritura y que son autodidactas, que la escritura es un arte y el arte no se aprende…CRASO ERROR, el arte se aprende. Escribir, como bien digo, se puede aprender como se aprende cualquier otro oficio.
A esto hay que sumar horas de trabajo y seguir unas pautas que si se persisten en el tiempo se podrá hablar al fin de la gran noticia que todos esperan: ¡Me he convertido en un auténtico escritor! Qué gozada.
Estas pautas son sencillas pero no ligeras y como cualquier otro arte, trabajosas. En primer lugar es aconsejable, y además obvio si te gusta escribir, la lectura de muchos libros. Leer, leer y leer. ¿Ha quedado claro?
LEER MUCHO.
Esto te ayudará a ampliar vocabulario, a ver técnicas, a despejar tu mente. Pero ojo, no intentes copiar a los grandes… ni a los pequeños. Tienes que labrar tu propia forma de escribir. Y escribiendo mucho sabrás cuál es tu manera de escribir, tu técnica. Y eso, amigos escritores, lo descubriréis cuando hayáis escrito mucho.
Preséntate a concursos literarios, se pueden ganar. Da a conocer tus escritos a amigos y que opinen, pero que opinen bien, no vale solo la crítica buena: seamos sinceros, tus amigos te quieren y les va a encantar casi todo lo que te lean, pero pídeles que sean sinceros, que te digan lo malo, lo que cambiarían, lo que les ha aburrido: que te lo digan TODO. Da tus textos a desconocidos y que opinen, creando un blog y pidiendo que te cuenten opiniones.
Ojo, las críticas casi siempre escuecen cuando no son halagüeñas, no nos vamos a engañar, pero minimízalo y mejora. Toda crítica educada es constructiva, y no, no somos genios, somos alumnos de escritura que van mejorando día a día. Prefiero que me digan que aburro a que no me lo digan y en la cuarta hoja de lo que he escrito ya estén en “el quinto sueño”.
Escribe cada día, picando piedra, poco a poco, incluso cuando digas esa frase recurrente de “hoy no han venido las musas a verme”…las musas no vienen, se crean. Siéntate frente al ordenador, o con tu cuaderno y escribe, lo que sea. Toma notas, observa, viaja si puedes, pon música, escribe en el metro mientras observas.
Escribe, escribe. ES CRI BE. ES CRI BE.
Y no hay prisa, tienes toda la vida para triunfar. Qué digo, el fin no es el éxito, el éxito, amigo escritor, es el camino. Lo que escribes, el gusto de que te lean, de que se ilusionen por leerte, las críticas, las aventuras que has descubierto, tus novelas, tus poesías, las cientos de vidas que haces vivir en el papel. Crea tu Itaca como Kavafis nos decía: “cuando emprendas tu viaje a Itaca pide que el camino sea largo, lleno de aventuras, de experiencias… así sabio como te has vuelto, con tanta experiencia, entenderás ya que significan las Itacas.”
Ahora que ya sabes que no has sido iluminado desde que naciste, ponte a escribir. Quizás hoy sea el principio.
Treinta y un años después se editó la mía: “Parecían sombras”. Desde entonces escribo todo lo que se me ocurre: poesía, más novelas, microrrelatos…
Mi cita favorita viene de otro escritor: “El que resiste, gana”.
Mientras tanto vivo y soy feliz.
Cómo dirigirte por primera vez a una editorial para que te publique tu libro
Como ya sabéis, uno de los distintivos de ACEN Editorial es la cercanía y el trato personal con sus autores/as (como podéis ver aquí)
Pero antes de establecer ese vínculo autor/a-editorial, previamente ha habido una primera toma de contacto.
¿Pensáis que es importante ese primer correo/llamada para que te publiquen un libro? Ya lo creo que sí (a veces hasta decisivo).
Os voy a dar unas cuantas claves que quizás te sirvan, no sólo para dirigirte editoriales, si no para la primera toma de contacto de muchas más entidades.
- ¿Qué tal si saludamos y nos presentamos? Un “Hola, buenos días, me llamo fulanito”, estaría genial.
- Las editoriales suelen recibir bastantes correos de primera toma de contacto al día. Seamos breves, vayamos al grano. No le contemos nuestra vida (ya tendremos tiempo de ello).
- Por favor, sin faltas y bien redactado. Si hace falta, lee tu correo varias veces o enséñaselo a alguien para que lo lea. Son sólo cuatro o cinco líneas de correo, que son tu única oportunidad para causar esa primera impresión. Si no redactamos bien ese correo, la persona que lo lee puede pensar que con nuestro libro hemos hecho lo mismo. También puede pensar que no nos tomamos en serio la cosa, o incluso que ni siquiera le hemos dedicado tiempo a redactar un simple correo (se supone que tienes muchas ganas que te publiquen el libro).
- No te olvides de indicar datos importantes: Quién eres, de dónde, qué presentas, tu contacto…
- Pregunta si necesitan que les envíes algo más, o les falta algún dato.
- Haz que la persona que lea el correo sienta que valoras el trabajo de la editorial.
- Sé educado. Igual que has saludado, despídete de manera cordial. Por ejemplo, ahora que ha sido Navidad “Saludos y felices fiestas, Fulanito de tal”
Creo que con estos pocos consejos seguro que conseguirás, al menos captar la atención necesaria de la editorial para que acepte valorar tu obra. También recuerda que cuando más creativos seamos más posibilidades tendrás de que se fijen en tu obra y deseen valorarla.
MARTA SENENT RAMOS
Adiós 2017, un año de ilusiones literarias cumplidas
Adiós 2017, se nos va un año lleno de alegrías, de libros publicados, de presentaciones, de sueños cumplidos y de mucho trabajo realizado con dedicación y cariño.
Desde ACEN os queremos dar las gracias a todas aquellas personas que habéis hecho crecer a ACEN este año 2017.
30 libros publicados, y muchos más para 2018, que ya están en camino y estamos trabajando en su edición.
Más de 75 presentaciones realizadas por toda la geografía española, más 4 presentaciones colectivas en Madrid, Valencia, Barcelona y Castellón.
Hemos estrenado nueva web, con una imagen mucho más fresca y más contenido. Como por ejemplo este blog, donde cuatro escritores/as te desvelamos curiosidades de este mundillo.
También hemos grabado un vídeo promocional (cuyos actores y actrices son los mismos autores/as de ACEN). Clica aquí para verlo.
Tenemos nuevas incorporaciones en nuestro equipo ACEN.
En definitiva, creo que si tuviese, como directora general de ACEN, que hacer un balance de 2017, creo que éste sería muy positivo. Y por ello, os doy las gracias a todas las personas que lo habéis hecho posible.
Adiós 2017, y ahora, a por un 2018 lleno de ilusiones y proyectos literarios en los que trabajar.
GRACIAS Y FELIZ 2018
El bloqueo del escritor/a
¿Te sientas ante el WORD y no sabes qué escribir?
¿Evitas abrir el PC?
¿El reto del folio en blanco es ya más que un reto, una tortura?
¿Empiezas a mirar a tu portátil con rencor?
¿No consigues enlazar más que unas cuantas frases sin demasiado convencimiento?
Admítelo. Estás bloqueado.
Por más que escritores como Seth Godin, con más de veinte libros en su haber, diga que el bloqueo del escritor no existe sino que es un legado cultural que antes de los años 40 no le ocurría a nadie, lo cierto es que en mayor o menor medida todos, en ocasiones, nos hemos sentido bloqueados.
No tengo la fórmula mágica pero voy a tratar de explicar qué es eso y cómo podemos hacer para desbloquearnos.
Una de las cosas que tenemos que tener clara es que en el proceso de escribir, por más que las mentes románticas digan que es un proceso creativo en realidad no lo es.
Partiendo de una idea o de un hilo argumental y unos personajes que sí puede ser creativo, la forma de unir palabras, de contar la historia, la comunicación entre quién escribe y quién lee es un proceso lógico. Por tanto hemos de tener las herramientas necesarias para defender esa idea desde las palabras, desde el uso racional que hagamos de ellas.
Por tanto cabe preguntarse si quizá no las tenemos, si se nos ha ido olvidando todo lo aprendido y si tenemos el vocabulario, la filosofía o psicología suficiente como para plasmar nuestra historia y sus personajes.
Darnos cuenta de ello, reconocer nuestras carencias y nuestros límites sería el primer paso para comenzar a desbloquear. No querer reconocer que quizá escribir sobre algunos temas para los que no estamos preparados se nos queda un poco grande haría que ese bloqueo persista.
La solución es simple: lee, estudia, documéntate, ¡trabaja!
Fórmate sin pensar en qué, sigue tu instinto; él te guiará hacia lo que de verdad te hace falta.
Como te decía, escribir, además de creatividad, necesita una lógica así que vamos a emplear la máxima; planeemos.
Haz estructuras mentales, mapas del libro que en tu cabeza tan solo es por el momento un batiburrillo de ideas dispares. Crea gráficos, esquemas, fichas de personajes con toda su biografía completa, niveles de protagonismo, historias paralelas, conceptos relacionados, etapas de acción.
Planea hasta el último movimiento y la progresión de la acción teniendo en cuenta el argumento principal que siempre será lo que de verdad quieres contar.
Por ejemplo la idea principal es un viaje por el espacio. A partir de ahí crea los esquemas; por un lado los datos científicos, por otro lado la acción de los personajes, por otro los lugares que visitan, las acciones a realizar, los problemas que les van a surgir, la forma en que los van a solucionar… así todo.
Puedes usar una pizarra, pos it, esquemas como los que hacías en el cole… todo vale para que las ideas principales queden bien claras y puedas ir desarrollándolas al escribir.
Esto vale cuando ya tienes la novela en tu mente pero… ¿y si ni siquiera sabes de qué escribir?
Esa necesidad de escribir, ¿verdad? Lo que disfrutabas escribiendo y ahora no te sale nada.
Si ni siquiera tienes una idea que plasmar y todo lo que se te ocurre no te convence, el problema está, en esta ocasión, en la creatividad
Ahí van unos cuantos trucos.
Primero que nada, cierra el portátil, deja de escribir y haz otra cosa. Olvídate de escribir durante una temporada, unos días o unas horas. Forzarse no sirve de nada.
Lee. Leer es vital. Consulta con los clásicos que son infalibles, con ese libro que tienes pendiente desde hace años, el que siempre has querido leer y no has leído. Vete a la biblioteca o a la librería y busca el libro que te han recomendado, ese tan raro que crees que no te va a gustar; seguro que ese libro tiene una lección para ti.
Es el momento ideal para ser escogido por el libro de tu vida.
Escucha música, vete a un museo, al teatro, a una exposición, a un ballet. La belleza es un imán para las musas, si no viene la nuestra quizá las otras ocho la atraigan poco a poco hasta nosotros. Para ser más realistas, yo personalmente creo que la belleza, el placer que nos proporciona una música, el lugar, el ambiente, el estado placentero y docto en el que se mueve el arte nos deja abierto todo ese caudal creativo que llevamos dentro, como si se pudiera canalizar en nosotros parte de esa creatividad y hermosura.
Escribe libremente sin pensar. Utiliza la escritura automática, la redacción libre, mira una foto y déjate llevar, ponte música y vuela, no pienses. Siente.
Ni se te ocurra pensar si eso que estás escribiendo de forma libre, como ejercicio creativo es bueno o no, si has de corregirlo o no, incluso escribe mal… tan solo escribe sin pensar.
Toma notas de lo que veas.
Ayer mismo iba en el tren y por un lado de la estación pasó un tipo corriendo, con una inmensa mochila en los hombros, un perro negro y feo a su lado y con camiseta ¡de tirantes! ¡EN DICIEMBRE! ¡En plena ola de frío!
¿Sabéis lo que pensé cuando lo vi? Aquí hay un libro.
Cualquier persona, cualquier momento o cualquier anécdota es susceptible de ser contada en un libro (yo ya he avisado a todos mis amigos y familiares), así que toma notas. Lleva un pequeño cuaderno contigo y no te cortes, cuando haya algo que te llame la atención apúntatelo, puedes sacar buenas ideas de casi todo lo que pasa a tu alrededor si sabes mirar con ojos de escritor.
Y sueña. Imagina. Sueña despierto, déjate llevar. Enamorarse tampoco estaría mal (la dopamina, serotonina y oxitocina funcionan de perlas).
Cuando menos te lo esperes volverás a escribir.
Lo mejor de escribir, como todo en esta vida, no es alcanzar el final ni llegar pronto a la meta, es vivir, aprender y divertirnos por el camino.
Desde entonces he publicado varias cosillas en Amazon y colaboro con diferentes medios.
Con “Rosa de los vientos”, mi segunda novela, me adentro en la intimidad de las escritoras noveles; en los miedos, sueños, esperanzas y en la superación constante que toda creación conlleva.
Con mi trabajo trato de afianzarme dentro del panorama nacional junto a toda una nueva generación de escritores independientes que luchamos por ser leídos.
NINA PEÑA PITARCH
7º Aniversario ACEN
Siete.
El número de la fortuna y de la buena suerte y los años que cumple ACEN editorial. Por ello, el pasado sábado 9 de diciembre la editorial se vistió de fiesta. Y celebró como bien lo merece un acontecimiento de este calibre en tiempos no muy halagüeños para la supervivencia de la cultura.
Al acto asistieron numerosos rostros conocidos de ACEN editorial: autores, libreros, fotógrafos y la editora Marta Senent que fue la encargada de abrir el acto con unas bonitas palabras de agradecimiento y el estreno en exclusiva del anuncio que ACEN ha realizado de la mano de Leticia Mora con autores de la casa que han participado como verdaderos actores y actrices del mismísimo Hollywood. Para verlo puedes pinchar el enlace.
A las 18 horas y con un público expectante, los autores asistentes presentaron sus obras literarias con un curioso juego muy dinámico bajo el sello de ACEN y que deleitó al público asistente.
Tras una amena charla sobre libros y las preguntas de un público entregado, los mismos autores pudieron firmar sus obras y compartir inquietudes con el resto de asistentes.
En una librería amiga de la casa como es Argot y repleta de globos, poemas delicados, novelas de ensueño y relatos sugerentes, se enmarcó la fiesta del séptimo aniversario de ACEN editorial.
Muchas gracias por construir este sueño llamado ACEN y por formar esta familia de escritores que va creciendo a pasos agigantados.
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Treinta y un años después se editó la mía: “Parecían sombras”. Desde entonces escribo todo lo que se me ocurre: poesía, más novelas, microrrelatos…
Mi cita favorita viene de otro escritor: “El que resiste, gana”.
Mientras tanto vivo y soy feliz.
ÁNGEL M. CASTILLO DE LAS PEÑAS
¿Por qué regalar libros en Navidad?
Se acerca Navidad. Es hora de comprar los regalos para nuestros seres queridos. Pero ¿qué les regalamos si ya tienen de todo?
Algunos de nuestros autores/as te cuentan por qué regalar libros es una de las mejores opciones.
Ángel Castillo (autor de la novela “las sirenas no saben nadar”):
1. ¿Por qué regalar un libro en Navidad?
Porque viajaremos a mundos soñados, y no hay nada mejor que la imaginación vuele, sueñe y nos evadamos de tristezas. Leer es vida y sin cultura todo es gris.
2. ¿Por qué mi libro?
Porque verás sirenas y navegarás en lugares que acariciarán tu alma. Respirarás salitre y escucharás olas en tu salón. Además pasearás en un pueblo y una ciudad en el que se rememoran tiempos navideños que olían a chimenea y castañas asadas. A años en los que la Navidad era símbolo de amistad. En un pasaje del libro digo esto:
“Niños en bandada tocaban artilugios que fueron desapareciendo: zambombas, panderetas, la botella de anís del Mono. Por favor nos da el aguinaldo. Cántame un villancico niño. Toma un duro. Gracias señor. Feliz Navidad. Donde las fórmulas de cortesía aún servían como arma de educación: «por favor, usted, muchas gracias. Adiós». La extinción estaba cerca”
Ojalá la extinción no esté cerca y sigamos viviendo en un mundo ideal.
¡¡¡Nademos entre sirenas!!!
Fabienne Tremblé (autora del libro de relatos “personas verbales”):
1. ¿Por qué regalar un libro en Navidad?
Porque ofreces a quien lo regalas el reconocimiento de su amor por la cultura y porque es un regalo perdurable en el tiempo: no se evapora, no se gasta, no pasa de moda.
Porque “Hasta que Olegaría nos separe”, además de interesante, cuenta con el atractivo de ser una novela corta, cuya lectura no se tiene que dejar y retomar en varias etapas como un libro voluminoso. Y porque su precio lo convierte en un regalo idóneo para todos los bolsillos.
Un llibre no té data de caducitat, queda, encara que tu ja no hi estigues. Qui l’agafe, et trobarà a tu entre les seues pàgines. El llibre és etern i inesgotable.
Ja saps que sols somiant amb castells, podràs conquerir-los?
De segur que en acabar la novel·la tindràs la capacitat de somiar… i el coratge per conquerir-los.
Patricia Doménech (autora del libro “Soy un hombre maltratado”):
1. ¿Por qué regalar un libro en Navidad?
Los libros pueden cambiar vidas. Los lectores asiduos tenemos uno o varios que nos han hecho ser como somos y nuestro mayor afán siempre es poder compartir esa experiencia con las personas que más queremos. La Navidad es una excusa perfecta para intentarlo.
2. ¿Por qué tu libro?
La recopilación de 260 paremias o microcuentos de No es por ti (empo). Es por mí (edo) trasciende el mensaje unidireccional, característico del relato tradicional, que va del escritor al lector; haciendo partícipe activamente a éste de las cavilaciones a pequeños sorbos que necesita de su digestión para alcanzar un significado completo. Puede que no te cambie la vida pero sí te hará pensar sobre ella. Y esbozar una que otra sonrisa.
Alberto Ortiz (autor de la novela “Siempre hay tiempo para morir”):
1. ¿Por qué regalar un libro en Navidad?
Los libros en Navidad son un gran regalo porque en ellos te aguarda muchos mundos por explorar; algunos son conocimiento y aprendizaje, los hay románticos, otros son pura fantasía, también los hay llenos de tensión e intriga… pero todos ellos tienen algo en común, son como grandes sueños, y no hay nada más especial en esta época que dejarse llevar por ellos.
2. ¿Por qué tu libro?
Prepara un té bien caliente, coge la novela y acurrúcate en el sofá con una manta, mientras sujetas entre tus manos la taza, déjate llevar y disfruta de una novela intrigante.
Una vez empieces con Siempre hay tiempo para morir, te será difícil dejarla a medias, y en estos días de tanto frío que mejor que poder distraernos con algo que nos atrape, nos entretenga y nos evada un poco (porque no decirlo) de los habituales compromisos navideños.
Elisa Campos (Autora de la novela “Código ámbar”):
1. ¿Por qué regalar un libro?
2. ¿Por qué mi libro?
Los nazis, pero, sobre todo, las SS y la Ahneberbe están detrás de toda la historia porque ellos forman una parte importante de la misma.
La Ahneberbe, con sus 43 secciones, de las cuales apenas nada se sabe. Se habla mucho de la búsqueda de una fuente de poder, en el Tíbet, en objetos sagrados, etc. Pero ¿y si la fuente de poder no estuviera en los objetos, sino en las personas?, ¿y si el verdadero poder estuviera en el conocimiento de otras dimensiones y la posibilidad de viajar entre ellas?, ¿y si algunas personas tuvieran el don de saber la verdad y ese fuera el auténtico poder?
Cómo se ponen los guiones de diálogo
¿Cómo se ponen los guiones de diálogo en una novela? ¿El punto va detrás o delante del guion? ¿Hay que dejar espacio entre el guion y la palabra? ¿Delante, o detrás?
Estas son algunas dudas que nos asaltan al escribir los diálogos en nuestras obras ¿Verdad? Pues nada, para quitarte esas dudas voy a explicarte con ejemplos las normas básicas que debes de tener presentes cuando redactes los diálogos. Es importante hacerlo bien desde un principio. Pues luego te será muy costoso rectificar todos esos diálogos, si no se ciñen a las normas.
Vamos allá:
1) Lo primero a tener en cuenta es que el guion de un diálogo no es el guion corto (-), sino el largo (—), lo que se conoce como raya.
2) Para señalar que una frase es un diálogo pondremos un guion largo al principio de la línea:
—Hola Ana.
Entre la primera palabra y la raya no debe haber ningún espacio.
Los diálogos empiezan con raya, pero nunca terminan con ella. Siempre con el signo de puntuación correspondiente.
3) Si queremos especificar quién ha dicho la frase, lo haremos de esta forma:
—Hola Ana —dijo Manuel.
Entre la frase y la raya que indica quién es el emisor de la misma, debe de haber un espacio. Pero la raya sí que irá pegada a la frase que indica quién la ha dicho. Esta frase siempre empezará en minúscula. Al final irá un punto y aparte.
Hay que tener en cuenta que la exclamación e interrogación se cierran siempre antes de la raya. Así mismo, los puntos suspensivos también irán antes de ésta.
—Hola Ana ¿Cómo estás?—dijo Manuel a modo de saludo.
4) Si tras especificar quién es el emisor se quiere continuar la frase, quedaría de esta forma:
—Hola Ana —dijo Manuel—. Me alegro de verte.
Es decir, otra raya pegada a la última palabra cierra la frase que dice quién es el emisor, y después de ésta, se pondrá el signo de puntación pertinente. Continuamos con el diálogo y lo cerramos con un punto y aparte.
5) Si el comentario de la persona que está narrando la frase no tiene nada que ver con la acción de hablar (o acciones relacionadas: gritar, preguntar, exclamar) que realiza el emisor, la frase se cierra. El texto del narrador empieza en mayúscula.
—Hola Ana. —Manuel entró en la sala pero no saludó a nadie más.
Si el diálogo continúa después, se escribe un punto tras la raya de cierre. Es decir:
—Hola Ana. —Manuel entró en la sala, y sin saludar a nadie más se dirigió a la barra—. Póngame una cerveza por favor.
Espero que te sean de utilidad estas normas básicas que te he mostrado. No obstante si tienes alguna duda o precisas de alguna aclaración, puedes dejarme un comentario en este artículo. Te responderé en breve.
Si tienes un manuscrito y estás pensando en publicarlo, puedes enviarlo para que nuestro equipo lo valore pinchando AQUI
MARTA SENENT RAMOS
Cómo redactar la contraportada de tu libro
Ya has escrito tu libro, ya tienes editorial, ahora hay que ponerse a trabajar en la edición del libro. La editorial te pedirá que le envíes una breve biografía tuya, junto con una fotografía (para colocarlas ambas en una de las solapas de tu libro). También es posible que te pida que redactes un texto para la contraportada.
Y entonces, es cuando te empiezan a surgir las dudas ¿Qué cuento de mi biografía y qué no? Una foto, ¿qué clase de foto? ¿Y qué pongo en el texto de la contraportada? Son dudas de lo más normales si se trata de tu primer libro. En este artículo trataré de darte unas pautas básicas para que puedas tenerlo todo preparado cuando la editorial te lo pida.
O si prefieres, lo puedes ver este vídeo:
La foto.
Como hemos dicho, es la foto que irá en una de las solapas de tu libro, normalmente en la parte superior (bajo ella irá tu biografía). Debe de ser una foto que diga algo de ti, y a poder ser, también algo del libro. No sirve ni la típica foto de carnet, ni una foto de cuerpo entero en medio de algún lugar cualquiera. Pues tú debes ser el protagonista de la foto, no el lugar ni la situación.
Te pongo como ejemplo de buenas fotos para la solapa: la fotografía que Francesc Bellmunt nos envió para su libro “Les ombres de la Valltorta” (Las sombras de la Valltorta). La Valltorta es el valle donde se desarrolla su novela. En la foto vemos a Francesc en primer plano y tras él el valle de la Valltorta, muy buena foto sin duda para la solapa de su libro.
Otra foto que nos encanta para poner en la solapa es la de Nina Peña abrazando su primer libro. No es un primer plano de la autora (que sería lo más común), pero transmite su amor por la literatura y por sus libros.
Otro ejemplo de buena foto sería el de Fabienne Tremblé en “Personas verbales”. Uuna foto optimista, fresca y que invita a querer leer lo que ha escrito esta autora.
La biografía.
Aquí no has de poner todo tu currículum, con todos tus títulos, cursos… ha de ser más breve y debe estar redactado (normalmente en 3ªpersona). Un ejemplo sería:
Fulanito/a de tal (19..) nacido en tal sitio. Cursó sus estudios en este sito en concreto y es titulado/a en tal cosa.
Hasta aquí tus datos de currículum, tampoco digas mucho más. A partir de ahora cuenta tu vinculación con el mundo literario:
Es autor de tal libro, o tiene publicado tal relato en tal libro.
Si no se tiene nada publicado, se puede decir:
Ávido lector, apasionado a la literatura/escritura desde que recuerda, o empezó a escribir cuando…
Y se puede terminar hablando del libro que se publica:
En este libro el autor/a ha querido apostar por otro género (si es que tienes otros libros), o el autor/a con este libro pretende que la persona que lo lea…
Existen muchas fórmulas para redactar este final. Pero ten en cuenta que hay muy poco espacio en la solapa (en la que además irá tu foto), cuando más te extiendas más pequeña tendrá que ser la letra y tu biografía será menos atractiva a la vista.
Texto de la contraportada.
Breve, por favor, no más de 10-15 líneas. Piensa, que cuando alguien ve un libro, tras llamarle la atención la portada, lo primero que lee es la contraportada. Es tu mayor oportunidad de conquistar a ese posible lector. ¿Y qué tiene que decir en este texto?
Pues debe contar lo que el lector va a encontrar en el libro pero sin decirlo, dejándole siempre con la miel en la boca, despertando su curiosidad. Una táctica fácil es formular una pregunta, por ejemplo: ¿Qué pasaría si un día te levantases por la mañana y no hubiese nadie más en la tierra? Le estás contando al posible lector el comienzo del libro, de qué va, pero sin desvelarle nada de la historia que vendrá después. Pero éste ya sabe que se debe tratar de un libro de ciencia ficción, y si le gusta este género, ya sabe por dónde irán los tiros. Puedes continuar hablando de la trama, si hay algún personaje especial, si se desarrolla en algún lugar o época, y cómo ello influirá en la historia. Pero no le cuentes la historia, eh!
Esto sería en caso de narrativa, claro está. Pero si se trata de otro género, la diferencia no es tanta. Si es un ensayo por ejemplo, deberás contar al posible lector de qué va éste e incitarle a que lo lea proponiéndole algunas cuestiones. En poesía lo mismo, ¿qué se va a encontrar el lector? poesía romántica, de desamor, de amor, de denuncia…, qué sentimientos has querido transmitir con este libro. E igual con relatos breves, ¿qué es lo que une estos relatos, qué le van a aportar al lector…?
La contraportada debe incitar a la lectura del libro. Es tu mejor publicidad una vez la persona tiene tu libro en tus manos. ¡Aprovéchala!
Estos son unos consejos básicos, pero lo mejor es observar los libros que tienes a mano, tomarlos de ejemplo, y coger lo que más te guste de cada uno de ellos.
Bueno, espero que te haya sido de utilidad este artículo.
Y si tienes cualquier duda al respecto, déjanos un comentario y te responderemos con la mayor brevedad posible. O si lo prefieres, mándanos un correo a: info@aceneditorial.es
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MARTA SENENT RAMOS
Entrevista a Román González Camas
Hoy hablamos con Román sobre su primer libro “No es por ti (empo) es por mí (edo)” y su presentación mañana viernes 3 de noviembre a las 19h en librería Porteo.
-(M) Hola Román ¿Qué tal? ¿Nervioso?
-(R) Sí, un poquillo.
-(M) Bueno, cuéntanos: ¿Cómo es ver publicado tu primer libro? ¿Ilusionado, nervioso?
-(R) Impresionado. Yo creo que el escritor debe tener un punto de ambición, o de vanidad bien llevada, que le permita creer que algún día verá su obra publicada. De ahí a que finalmente eso suceda hay un mundo. Ahora mismo, creo que me encuentro en la fase de aceptación. Es un sueño.
-(M) ¿Qué te motivó a escribir este libro?
Desde pequeño siempre quise dedicarme a la ficción de algún modo u otro y a los once años comencé a escribir relatos más o menos extensos. Pero creo que la verdadera razón por la que escribo es porque es más barato que hacer cine, al menos en la fase creativa. En cuanto a este libro en particular, no estaba en mis planes: apareció sin pedir permiso.
-(M) Se trata de microrrelatos, ¿de dónde surgen? ¿Van enlazados?
-(R) Hace un año y medio aproximadamente topé en la red social Twitter con los microcuentos de la presentadora Mónica Carrillo y con los aforismos del cineasta Rodrigo Cortés, muy del estilo de las greguerías de Gómez de la Serna. A pesar de ser un género literario menor o denostado por muchos, entendí que la limitación de los ciento cuarenta caracteres de Twitter me permitía comprimir una larga historia en pequeñas palabras, sirviéndome de la metáfora, de los juegos de palabras o incluso de la prosa poética, y la interacción con el lector es más profunda que en la novela porque siempre necesita de su interpretación personal para que el cuento cobre un significado completo. Cuando llevaba unos quinientos pensé que sería una lástima no ver publicada una recopilación.
En cuanto a la relación que pudiesen tener entre sí, el libro es una recopilación de unos 260 microrrelatos aproximadamente, agrupados en tres secciones o capítulos: “cuentos con lupa”, “cavilaciones a sorbos pequeños” y “miradas fugaces por el retrovisor”, lo suficientemente ambiguos para que sea el lector quien decida de qué trata cada uno de ellos.
El título del libro es No es por ti (empo). Es por mí (edo) que, además, es el microrrelato con el que cierras. ¿Por qué elegiste éste precisamente para titularlo?
Me atraía la idea de que el título no pudiese entenderse si se lo leías a alguien en voz alta, al menos, de primeras. En realidad, es una declaración de intenciones: con cada pequeño cuento busco que el lector se pare un segundo, casi como cuando ves un rayo y esperas con la mente en blanco a que se escuche el estruendo.
-(M)¿Qué hay de ti en estos relatos?
-(R) Esta pregunta me la han hecho en muchas ocasiones. Evidentemente, hablo del amor y el desamor porque me ha tocado muy de cerca y, al final y al cabo, empecé a escribirlos como modo de expresarme o como terapia quizá. Pero también hay mucho de ironía o crítica social sin que el amor medie en ninguna de sus vertientes. En definitiva, es una recopilación de lo que he visto y vivido, después de haberlo digerido mejor o peor.
-(M) ¿Tienes más proyectos en mente?
-(R) Algo hay, pero es que siempre lo ha habido. Constantemente me surgen ideas que voy anotando y enumerando en diferentes hojas de papel. Pero, mientras se sigan confundiendo con listas de la compra, no merece mucho la pena hablar de ello.
Muchas gracias Román por contestarme a estas preguntas y mucha suerte en la presentación de mañana.
-(R) Gracias a ti Marta
MARTA SENENT RAMOS
La importancia de entregar a la editorial un manuscrito (casi) sin errores
Errores: ortográficos, de puntuación, de estilo, erratas… Es prácticamente imposible encontrar un libro sin alguno, o varios, de estos errores. A pesar que el autor/a no cometa faltas de ortografía, ni de puntuación, etc. y que haya un buen personal corrector en la editorial, siempre hay erratas que se escapan, somos humanos, no máquinas. Y por lo tanto, es completamente normal que cometamos, o se nos pase, algún fallo. Pero aún así, debemos procurar que éstos sean los menos posibles.
En ACEN Editorial recibimos unos cuantos manuscritos cada día. Como es comprensible, no los podemos publicar todos. Además que esto sería imposible, pues no podemos publicar 1000 libros al año, algunos no tienen calidad suficiente, otros su historia o sus versos carecen de atractivo. Pero ¿qué suele pasar cuando un manuscrito tiene algo interesante pero está lleno de errores? Que se descarta. Pues si la persona que lo ha escrito no ha cuidado este aspecto, probablemente tampoco le habrá preocupado mucho el resto.
Si el equipo que ha de valorar el manuscrito, se encuentra con, por ejemplo, 4 obras para valorar en un día, y en una de ellas en la primera página detecta 3-4 errores (del tipo que sea) ¿Qué pensáis que hará? Efectivamente, la descartará. Además, que con toda probabilidad, al distraerle estos errores de la lectura, no se habrá podido centrar en la historia, pues éstos habrán desviado su atención de ella y quizá no podrá ver su posible calidad. Una pena.
Por otro lado, si al final, a pesar de estos 3-4 errores de media por página, la persona que valora puede ver más allá y la editorial acepta publicar la obra, se tendrán que corregir. Aquí ya no entro en quién debe asumir la corrección. Esto depende de la editorial. Pero lo que sí que quiero señalar es que no es igual limpiar una playa tras la noche de San Juan, que una mañana normal.
Es decir, seguro que el día después de la fiesta recojo muchísimos desechos, sí. Pero también con toda probabilidad me deje colillas, envoltorios de chicle o incluso un trozo de vidrio. Con lo peligroso que es. Y diré, sí me he dejado cosas, pero no sabes la enorme cantidad que he recogido, lo que ha hecho que no viera lo más pequeño. En cambio, un día normal, es más fácil que vea la colilla, el pequeño papel, o el trozo de vidrio ¿Verdad? Pues lo mismo le sucede a una persona que corrige un escrito con muchos errores, frente a otro escrito que prácticamente no tiene. En este último es mucho más sencillo detectar esos pequeños errores que siempre quedan.
Hay autores/as que cuando te entregan el manuscrito te dicen: Por favor no os fijéis en los errores, valorarme la historia. Es muy complicado. Repito, alguien que no cuida este aspecto de su obra, casi seguro que no cuida el resto.
Un consejo: tenéis en el Word una herramienta que es el corrector ortográfico. No es infalible, por supuesto, pero ayuda mucho. A veces, sólo pasando este corrector hemos corregido, sin exagerar, 7 u 8 erratas por página de un manuscrito recibido. Esto nos indica que habrá muchos más errores seguramente, pues el corrector no lo detecta todo ni mucho menos. No cuesta nada pasarlo, o tenerlo encendido mientras escribes. Te será muy útil y te detectará bastantes erratas. No todas, repito, y a veces se equivoca, por eso has de estar pendiente de lo que te va señalando. Tener un diccionario al lado o consultar la RAE, nunca está de más.
Otro consejo: si sabes que cometes bastantes errores, por lo que sea, y no te ves capaz de corregirlos, para eso están los amigos. Pídele a uno de ellos que te eche una mano y te corrija el texto. Y de paso, que te dé su sincera opinión. A falta de amistades, hay personas que se dedican a la corrección profesionalmente. Este dinero estará muy empleado si de verdad sueñas con ver publicado tu libro.
Y por último: no hay nada como leer mucho y a muchos para mejorar tu forma de escribir y cometer menos errores.
Espero que te haya sido de utilidad este artículo. Cualquier duda o sugerencia, puedes dejarme un comentario. Te lo responderé encantada.
MARTA SENENT RAMOS
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Cómo escribir diálogos y no parecer un robot de otro planeta
Una de las partes más complejas a la hora de escribir un relato es la utilización de diálogos. Muchos autores incluso intentan esquivarlos debido a su complejidad. Pero al miedo hay que enfrentarse con valentía y solo conseguiremos un diálogo que suene natural con la técnica del ensayo-error.
Porque sí, hay que equivocarse. A escribir se aprende escribiendo y leyendo, como el montar en bicicleta se aprende montando sin ruedines de atrás y cayéndose.
Uno de los principales puntos en la construcción de diálogos es la naturalidad. El autor debe despojarse de sus propios pensamientos, del qué pensará el lector si cree que yo pienso lo mismo de lo que dice este personaje.
Tenemos que poner por base que los personajes son variopintos y no tienen por qué comulgar con lo que el autor opina. Uno de los puntos principales para que el diálogo parezca natural y la historia real es no buscar palabras enrevesadas, muchas veces cuanto más simple más credibilidad daremos.
Pongamos este ejemplo, imaginemos que tenemos dos personajes que comienzan un discurso y el autor lo plasmara así:
—¡Córcholis! Qué difícil es escribir un diálogo natural —exhortó el escritor.
—Sí, es cierto —exclamó su ayudante.
Lo primero que vemos en el diálogo es la antinaturalidad. Pocas personas utilizan en el siglo XXI la expresión córcholis, al menos de forma habitual ¿Por qué no utilizar una palabra más natural aunque yo como autor sea muy educado? Tampoco decimos que nos pasemos y entremos en la vulgaridad total (siempre dependiendo del perfil del personaje, no es lo mismo un ladrón de baja alcurnia que podrá utilizar cientos de tacos que el ministro de un país que cuidará más su lenguaje). Quizás un “Joder” sería una opción más natural y creíble.
Igualmente en la utilización de verbos que introducen la explicación, no deberíamos abusar de expresiones rebuscadas siendo siempre mejor utilizar verbos como dijo, respondió, etc…Es decir, algo natural (siempre sin que caigamos en el error de repetirlos excesivamente) A veces no hace falta utilizarlos cuando la conversación es entre dos individuos, no es necesario explicar quién dice qué en cada frase.
Viendo esto el diálogo sería más natural de esta manera:
—¡Joder!¿Tan complicado es escribir un diálogo? Leyendo tus obras creí que sería más sencillo —dijo el escritor.
—A mí me costó muchas horas de escritura, pero aprenderás —respondió su ayudante.
Un buen truco para saber si el diálogo construido es antinatural o suena bien, es leerlo en voz alta; si algo te chirría, mejor romper la hoja y rehacerlo de nuevo.
Si tuviéramos que comentar los dos fallos que más se producen a la hora de construir diálogos deberíamos hablar de los siguientes:
• Cada personaje suelta su discurso convirtiendo el diálogo en un monólogo.
• A veces, el escritor se pierde y no sabe realmente quién está hablando cuando hay varios personajes interactuando.
Sobre los diálogos hay un mundo por delante, todo depende del personaje, de cómo piense, del entorno en que se mueva, de sus vivencias y de a quién se dirija. Además a través de los diálogos se pueden explicar muchas cosas: un lugar, un hecho, un dato histórico, lo que no se ve, lo que se intuye y lo que se quiere ocultar.
El único truco para construir diálogos que suenen a verdad es equivocándonos, solo así aprenderemos a escribirlos.
Estos pequeños consejos pueden ayudarte en la construcción de tus diálogos: escucha el habla de la calle. Evita el excesivo decoro y no ser pomposo. Establece un registro lingüístico, que cada personaje sea diferente y no sean clones. Al igual que en el mundo real cada uno habla de una manera distinta. No abusar del verbo decir pero tampoco utilizar verbos estrambóticos. Documéntate sobre el habla de la época, no habla igual Sancho Panza que Christian Grey de “50 Sombras…” Cuidado con los personajes monologuistas. A veces hay que utilizar silencios, ponte en el lugar del otro y sé consciente de que a veces te han preguntado algo y no has contestado, en la literatura es igual. No expliques, avanza. El oído es el único juez: lee en voz alta y si te convence es que lo has hecho bien.
Y recuerda, ante la duda, lee. Lee mucho y escribe mucho.
Treinta y un años después se editó la mía: “Parecían sombras”. Desde entonces escribo todo lo que se me ocurre: poesía, más novelas, microrrelatos…
Mi cita favorita viene de otro escritor: “El que resiste, gana”.
Mientras tanto vivo y soy feliz.
ÁNGEL M. CASTILLO DE LAS PEÑAS
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