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Bienvenidos al blog de ACEN Editorial

Entrevistando a: Ángel M. Castillo

Ángel Manuel Castillo de las Peñas nació el 3 de noviembre de 1982 en Madrid.
Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y C.A.P. en Lengua y Literatura española por la UCM.

Ha sido premiado en diferentes certámenes literarios y ha participado en más de una veintena de antologías.
Entre los galardones destacan el Segundo Premio del I Certamen de Poesía Gloria Fuertes de Usera con el poemario La vieja Rosario (Crónica de un barrio) (2017). Primer y Segundo Premio respectivamente del XXV y XXIV Concurso de Poesía de Primavera de Les Clotes Luis Chamizo con el poemario Brotarán candelas de la encina (2017) y El emigrante (2016). Ganador del I Concurso de microrrelatos Arcadia con Ciudad oculta y Radiografía de ciudad (2016). Primer Premio del XV Certamen Cultural Ibérico Jóvenes Artistas con el relato El rojo del cerezo (2015).
Ganador del I Concurso Ilumináfrica con Barcos de Celulosa (2015) y del certamen de microrrelatos de Navidad del diario ABC con Esencias (2015). Ganador del IV concurso de microrrelatos románticos ACEN con Siete besos.

Otras novelas del autor: Parecían sombras (2014), Donde habita el silencio (2015)
Ahora este mes de octubre nos presenta la que es su última novela “Las sirenas no saben nadar” un novela sorprendente en la que puede leerse, entrelineas, sobre la ferocidad del ser humano, lo difícil de sus relaciones y la amplitud de sus fantasías.

N- De entre todos los personajes mitológicos que podías elegir para esa parte de fantasía, ¿por qué la sirena? ¿Qué simbolismo tiene para ti?
A-Para mí como para muchos el mar es algo mágico. Es allí donde encontramos la profundidad del ser, el origen de todo. Lo desconocido. La sirena es un personaje que desde siglos ha sido protagonista en la literatura. La cita con la que abro el libro es de La Odisea y allí se habla de cómo las sirenas con su belleza, su hipnotismo y su canto embelesan a los marineros hasta que los matan. El símbolo de lo prohibido y a su vez de lo extraño.
Además las sirenas en la Antigüedad clásica realmente eran aves y no peces. Las aves representan la libertad, volar a algún lugar. Y eso es lo que pretendo con la novela, que el lector surque la profundidad del mar, la profundidad de los sentimientos humanos y vuele, vuele a un mundo mejor.
Todo eso representan las sirenas en la obra: libertad, misterio, realidad y fantasía. Además el título es contradictorio: ¿Las sirenas no saben nadar? Habrá que descubrir el porqué.

N- A mí, personalmente, me ha gustado mucho el choque brutal que parece haber entre dos modos de vida, el del progreso y el de la sencillez, retratados perfectamente entre los personajes que quieren hacer crecer el pueblo y el del farero, que se mantiene en su trabajo ya casi obsoleto.
A- Es el momento que atravesamos. Por un lado la modernidad que corre a velocidad del rayo, todo está siendo sustituido por máquinas y estamos de alguna manera deshumanizando nuestro entorno. En muchas cosas estas máquinas nos ayudan pero en otras creo que perdemos sensibilidad en la manera de hacer las cosas. Me gusta pensar que el ser humano aún es necesario, a pesar de sus maldades, en la novela digo esto: “La televisión no mató a la radio, ¿qué sería de las largas noches en vela si la radio no existiera? ¿Y qué sucedería si los viejos no hubieran difundido el sabio refranero? El campo necesita ciencia pero también necesita sabiduría popular: las cabañuelas, la fase lunar, el refranero. ¡Lo viejo no debe morir!
Lo nuevo no debe sustituir a lo viejo, ambos deberían convivir y es enriquecedor.

N- Personalmente también me ha subyugado la prosa del libro, las bellas descripciones de un pueblo de mar que evocan sentimientos, intercaladas en diálogos más largos que parecen llevar la acción del relato. ¿Qué peso específico tienen para ti ambas partes en tu novela?
A-Justamente son dos de las cosas que esta vez he querido remarcar mucho en Las sirenas no saben nadar: las descripciones y los diálogos.
La acción se desarrolla en su mayor parte a través de los diálogos de varios personajes porque se puede decir que no hay un protagonista de carne y hueso, todos son parte de la obra y si tenemos que hablar de un protagonista, ese sería el pueblo de Belladona. Algo así como en Fuenteovejuna. Mi manera de contar va cambiando y lo que antes me parecía complicado ahora me reconforta, me siento muy cómodo con los diálogos de hecho cuando escribo pienso como si estuviera en una película u obra de teatro, me encantaría que alguna de mis obras se viera representada en algún teatro, ¡directores/as soy todo oídos!

N- ¿Qué hay de Ángel en Duarte?
A- Intento separarme todo lo posible de mis personajes, cierto es que para un autor es difícil no caer en la tentación de contar cosas que a él le suceden pero de Duarte hay poco en mí. Es un ser solitario porque la vida le ha pegado fuerte, apenas confía en nadie y pocas cosas buenas le pasan. No me gustaría estar en su pellejo. Creo que he conseguido distanciarme de ellos. Aunque seguramente hay cosas mías, mejor que me las digan los lectores cuando acaben de leerla.

N- En el libro se aprecia una buena documentación sobre el mar, sobre la vida marítima, sobre simbología y mitología que aportan verosimilitud al relato. ¿Cómo te documentas, Ángel?
A- El proceso de documentación parte de dos áreas fundamentales: mis viajes e Internet. Me gusta descubrir escenarios y plasmarlos en mis novelas, en mi primer libro, Parecían Sombras, hablo de Brasil sin haber pisado la tierra carioca, me gusta que los lectores creyeran que conocía a la perfección Rio. Internet es un buen medio para el escritor, puede viajar y descubrirlo todo con un simple click. Después viene desarrollarlo, y eso es más complejo.

N- Has ganado muchos premios a lo largo de tu recorrido profesional. ¿Crees que hoy en día es una buena forma de darse a conocer?
A- Todo vale. Cierto es que el conseguir premios te hace conocer un círculo literario interesante, vas cogiendo hábitos y sabes qué hay cosas que pueden llegar según cómo las cuentes.
En mi opinión, a no ser que sea un Planeta, estos certámenes no te empujan al éxito pero sí que ayudan a entrar en escenarios literarios. Más bien, diría yo que Internet, una vez más, es el medio que más ayuda para difundir tus escritos; las redes sociales son un gran medio para hacerlo, sin ellas sería complicado avisar de presentaciones y comentar tus obras. Son una maravilla y una gran forma de moverte en este mundo.

N- Estudiaste periodismo y eres autor de tres novelas. ¿Crees que la literatura y el periodismo, en esta época convulsa, de redes sociales, blogs y nuevas tecnologías, es también una profesión que se va diluyendo en corrientes alternas y luces formidables, como la del farero de tu novela?
A- El periodismo se diluyó como el chapapote en el mar, poco queda de lo que antes era escribir una noticia o narrar una noticia. Pero por otra parte, como bien dices, con las redes se ha enriquecido de otra manera a la vez fascinante, la inmediatez y las nuevas formas.
El nuevo periodismo es como un satélite que guía a los nuevos barcos, los faros van apagándose, pero siempre habrá marineros a los que guiar y fareros que escriban mientras las olas susurran nuevos horizontes. El mar, como la vida, necesita faros que alumbren y libros que nos hagan soñar.

N- La cabeza de un autor nunca puede parar ¿Tienes planes literarios inmediatos?
A- Lo primero, presentar esta tercera novela: Las sirenas no saben nadar, el 7 de octubre en Madrid y después en otras ciudades como Barcelona. Y mientras tanto ya estoy comenzando a hilvanar un cuarto libro del que ya tengo bastantes ideas. Además estoy tocando otros campos como la poesía , tengo un poemario presentado a un certamen el cual quizás me anime a publicar en un futuro. Y hasta una obra de microteatro, me gusta probar con más cosas que no sean solamente novela. Mientras tanto, probando suerte con certámenes interesantes.

 

Nina Peña Pitarch
Nací en Castellón, en 1970. En 2016 publiqué mi primera novela “¿Cómo que a qué huelen las nubes?” un libro divertido y feminista sobre mujeres de hoy.
Desde entonces he publicado varias cosillas en Amazon y colaboro con diferentes medios.
Con “Rosa de los vientos”, mi segunda novela, me adentro en la intimidad de las escritoras noveles; en los miedos, sueños, esperanzas y en la superación constante que toda creación conlleva.
Con mi trabajo trato de afianzarme  dentro del panorama nacional junto a toda una nueva generación de escritores independientes que luchamos por ser leídos.

NINA PEÑA PITARCH

Mi primera vez

Quizá porque cuando comenzamos tenemos en mente una figura de escritor tal vez un poco peliculera o literaria, los errores que cometemos en nuestros comienzos suelen ser garrafales, épicos, monumentales, y lo peor, que puede que ese error de principiante nos persiga, si no toda la vida, por lo menos unos cuantos años y nos lastre en futuras publicaciones.
Vale, me he puesto en lo peor, pero, seamos sinceros, cuando esto te pasa, crees que es lo peor que te puede pasar y que solo te pasa a ti.
No. Nos pasa a muchos.
Y quizá ahora hay más información, tienes ejemplos entre tus amistades literarias o puede que leas artículos como este que lleva un enorme “DANGER” rodeado de explosivos marca ACME.
Hay peligro y voy a comentarte mi caso personal para poner un ejemplo.
Estaba yo tan contenta con mi flamante libro recién terminado y así, a la ligera, lo fui enviando a las editoriales; sí, sin corregir siquiera. La vida está hecha para los valientes.
Obviamente no tuvo ni que durarles dos capítulos.
Ante la “injusta” desestimación de mi obra de arte me decanté por la auto-publicación.
¿Por qué no? Si hasta Dickens se auto-publicó…
En fin, como de milagro accedieron a publicar mi libro, sin invertir ni un duro, con una buena web en la que venderlo y con impresión bajo demanda.
Me pareció genial, así que… envié mi libro.
Yo, nueva, recién estrenada en redes sociales y en este mundillo literario-festivo, envié mi libro así, a la buena de dios, creyendo que la editorial se encargaba de todo.
La sorpresa fue cuando tuve el primer número en mis manos.
No habían corregido nada, no habían maquetado nada en absoluto, el fresado del libro era bastante mejorable y la edición muy, pero que muy económica.
Estoy siendo diplomática, no sé si lo habéis notado.
Y allá me fui con mis ejemplares debajo del brazo a encontrar librerías que me lo quisieran vender. Ay dios…a positiva no me gana nadie.
Siempre en este camino pedregoso te encuentras con almas caritativas que te miran a los ojos y te dicen aquello que nunca querrías oír, pero que es necesario que te digan; “esto es una mierda, pero tiene potencial y una preciosa portada, habla con Fulanita y arregla eso, anda”.
Y así es como publiqué mi primer libro con la editorial ACEN, que se mojó conmigo pese a estar el libro en la web de otra editorial.
Pude retirar el libro de la venta, darme cuenta de que aquella editorial, en el fondo, solo había publicado lo que yo, desde mi inexperiencia le envié, y volvimos a comenzar con presentaciones, una edición cuidada, entrevistas en radio y TV locales…un sueño hecho realidad.
Mi libro, mi primer libro en una librería. Ahora hay que seguir creciendo hasta llegar a los escaparates. ¡ejem ejem!
Por pequeña y alternativa que sea esa editorial vas a recibir una ayuda que de otra forma no podrías obtener, porque seamos sinceros, por muy crítico que seas con tu libro y por exigente que seas al escribir, llega un momento que estás tan dentro, tan metido, que llegarás a no ver los fallos, ni las faltas de ortografía, ni la mala posición de las comas, ni las frases discordantes, ni los anacronismos mal realizados, ni las mudas temporales que no encajan, ni las “rayadas” mentales que puedes llegar a tener en medio del momento creativo….
Dicen que hay que escribir con el alma y corregir como si no tuvieras corazón… y eso en un autor es casi imposible.
Un editor te ayudará en eso, sobre todo si estás comenzando y si no eres un “lumbreras” de la literatura… y aunque lo seas, necesitas una opinión experta y externa a ti, no la opinión de tus amigos y familiares a los que posiblemente les encante cada línea.
Cuando ya tengas cierta experiencia quizá puedas volar solito, pero para comenzar, en esta ardua tarea, creo necesario contar con un equipo que vaya guiando tus pasos, aconsejándote, poniéndote las cosas fáciles, que te ayude a estar en presentaciones en distintas ciudades o a promocionarte al menos en tu ciudad que es donde mayormente comenzarás a ser conocido.
Para volar solo, antes has de tener un buen colchón, y eso pasa por tener una editorial cercana y formar un buen equipo.
A partir de ahí, el futuro puede ser tan prometedor como quieras que sea mientras sigas trabajando y aprendiendo, tú siempre podrás elegir las opciones pero, como en todas los aprendizajes, puedes tener a alguien que guie tus pasos y no te deje caer, que te dé esas alas y esas herramientas que te ayuden a crecer como autor, y esos consejos que puede que, solo alguien, comprometido y cómplice, que quiera ganar tanto dinero y vender tantos o más ejemplares que tú, te puede dar.

Nina Peña Pitarch
Nací en Castellón, en 1970. En 2016 publiqué mi primera novela “¿Cómo que a qué huelen las nubes?” un libro divertido y feminista sobre mujeres de hoy.
Desde entonces he publicado varias cosillas en Amazon y colaboro con diferentes medios.
Con “Rosa de los vientos”, mi segunda novela, me adentro en la intimidad de las escritoras noveles; en los miedos, sueños, esperanzas y en la superación constante que toda creación conlleva.
Con mi trabajo trato de afianzarme  dentro del panorama nacional junto a toda una nueva generación de escritores independientes que luchamos por ser leídos.

NINA PEÑA PITARCH

¿Te ha gustado el artículo? Consigue el último libro de Nina Peña.

Rosa de los vientos

¿Cómo presento mi libro?

¡Buenas noticias! La editorial te acaba de decir que ya ha enviado tu libro a imprenta, que la labor de edición ha terminado. Qué bien. Y… ¿Cuál es el siguiente paso? La presentación. ¡Horror! Nunca has presentado nada, ni mucho menos has hablado en público ¿En qué consiste la presentación de un libro? ¿Qué digo? ¿Qué hago?

Estas son preguntas habituales que me hacen los autores/as de ACEN (la mayoría de ellos noveles) cuando les digo la fecha de la presentación, o ésta se acerca. Así que basándome en mi experiencia de unas 200 presentaciones que he hecho a lo largo de estos 7 años como directora de la editorial ACEN, te voy a dar unas pautas sobre cómo hacer la presentación de tu libro y que no cunda el pánico.

 

-En primer lugar remarcar que cada presentación es diferente y puede caber todo lo que puedas imaginar. Recuerdo una presentación donde entraron unos bandoleros y secuestraron el libro que se presentaba, en otra había una banda de música, en otra el autor interpretó varias canciones acompañado de un guitarrista, en otra se hizo un sorteo de regalos… Quiero decir, que la presentación puede ser todo lo original que quieras, y puedes meter cuantos elementos desees.

Pero vayamos a una presentación normalita, es decir, sin efectos especiales, ni nada de eso:

-Lo primero que debes de tener presente (si no eres alguien conocido), es que a tu presentación va a ir quien tú invites (más algún curioso que pilles por la librería), nadie más, tenlo claro (ya sé que suena mal, pero es la verdad). Y tú dirás, “hombre, pero para eso está la publicidad, la radio, la tele, la prensa, las redes, empapelar todo con posters…”. Sí, tienes razón. Pero te pregunto ¿Si ves anunciado (donde sea) “Manuel Martínez presenta su novela el llanto del pájaro”, irías? Si no lo conoces, 99% seguro que no. Pues lo mismo sucederá al anunciar tu presentación. No obstante, debes utilizar, y la editorial también, todos estos medios para que tu gente se entere que presentas tu libro. E incluso pídeles que lleven a sus amistades o compartan la información. Nunca se sabe, hay que hacer ruido. Pero no te sorprendas si al final sólo van tus cuatro conocidos.

-Una vez en la presentación ¿Qué se hace? Normalmente, una vez sentados (o de pie, según el escenario), primero habla el editor/a para abrir el acto, dar la bienvenida al público y agradecerte tu confianza depositada en la editorial para publicar tu libro (unos 2 minutos). Luego, es interesante que alguna amistad tuya que te conozca hable sobre ti, sobre tu libro, que cuente lo buena gente que eres, lo mucho que le ha gustado el libro… todo eso (5 minutos máximo).

-Y por último hablas tú. Pero… ¿Qué dices? Vamos a ver… Antes de nada, agradece al público su asistencia, a tu amigo/a sus palabras, y al editor/a la confianza que ha puesto en ti y tu libro, que ya sabes lo difícil que es que una editorial apueste por un autor/a novel, y todo eso (debes quedar bien). Una vez hecho esto, con lo que romperás el hielo y te arrancarás a hablar, cuéntale al público cómo empezaste a escribir el libro, qué te motivó, alguna anécdota graciosa… Desvélales algo del libro. Pero no mucho, algo que les deje intrigados y que haga que quieran leerlo. No te pases de los 10 minutos. La gente no ha venido a un coloquio ni a una conferencia (si lo deseas, puedes hacer una más adelante). El público quiere algo rapidito. Pues lo que de verdad quiere es saludarte, darte la enhorabuena, que les firmes el libro, e incluso luego charlar con personas que se han encontrado allí en la presentación.

-Para terminar el acto, el editor/a mirará si alguien tiene alguna pregunta que hacerte, de no ser así, se pasará a la firma del libro. Si hay preguntas, procura que no se alargue mucho el acto. Si ves que no cesan, o una se convierte en un debate, di que estarás encantado/a de continuar luego mientras tomáis algo. Pues, al hacerse largo, puede que alguien tenga prisa y se vaya sin que le firmes el libro (o ni te lo compre).

Bueno, esto es a grosso modo lo que debes saber sobre cómo se hace una presentación de un libro. Pero recuerda que cada presentación, como cada libro y cada autor/a, es única y especial. Por ello, no te debes ceñir al patrón que he descrito aquí, puedes añadir, quitar, o modificar lo que quieras. Cuanto más original sea, más se acordarán de ella y del libro, el cual tendrán muchas más ganas de empezar a leer.

En próximos posts hablaremos sobre otros aspectos de la presentación, sobre qué día de la semana es el mejor, en qué fechas, el lugar, si poner o no refrigerio… que también son importantes a la hora de organizar la presentación de un libro.

Espero que te haya sido de utilidad esta información y que la presentación de tu libro vaya genial.

Marta Senent Ramos
Me podría definir como Editora, escritora, emprendedora o incluso como investigadora especializada en temas de género, arte y diversidad funcional. Pero creo que prefiero hacerlo como entusiasta de la vida y apasionada por el mundo de la literatura. Mi lema en la vida es como dice Albert Espinosa: Si crees en los sueños, ellos se crearán.

MARTA SENENT RAMOS
José Vicente Martí Tarazona

Entrevista al doctor José Vicente Martí Tarazona

Hoy entrevistamos al doctor José Vicente Martí Tarazona. Martí es un reconocido ginecólogo con una amplia trayectoria profesional. Pero en esta ocasión no hablaremos sobre ella, sino sobre su faceta de escritor y su libro “El padre que quiero ser” publicado por ACEN en 2015.

M-Buenas tardes doctor Martí, ¿cómo le surgió la idea de escribir este libro?
JV-Desde hace tiempo me ha seducido observar las diferentes formas de entender la paternidad. Así como las distintas formas de llevarla a cabo en dependencia de la personalidad, relación de pareja, estructura familiar, laborar o social en que un padre se desenvuelve.
Una vez adquiridas algunas ideas al respecto a través de la observación por mi profesión, así como por la propia experiencia, me pareció interesante transmitirlo a los futuros padres o a aquellos que se encuentran en el periodo de embarazo.

M-El libro da una visión del embarazo y del parto para muchos desconocida, o ignorada, ¿Cómo cree que su libro ha ayudado a estos nuevos padres a cambiarla o a darse cuenta de ella?
JV-Cada padre lo es por sí mismo según su propia identidad. Y esta se ha formado a través de la propia personalidad y las vivencias adquiridas desde niño del medio familiar y social en que se ha desarrollado. Los cambios sociales “empujan” sin embargo a actuar según los “cánones” del momento en que vivimos y piden una adaptación a los tiempos y un desarrollo de la paternidad muchas veces diferente a la que conocimos y aprendimos. He tratado de ofrecer solo unas pinceladas o ideas que ayuden a pensar en ello. Y sobre todo he intentado aportar alguna ayuda para que cada uno pueda sacar el padre que lleva dentro tal como verdaderamente lo siente.

M-Tengo entendido que recientemente ha empezado un proyecto muy interesante. ¿Nos puede hablar un poco sobre él?
JV-Bueno , no lo he empezado. Simplemente he tenido la suerte de conocer a un grupo de jóvenes ilusionados en un proyecto el cual, me transmitieron y me pareció tan interesante para la tranquilidad de los padres que tienen algún hijo de hasta dos años de edad, que me sumé al proyecto ofreciéndome a su divulgación desde el punto de vista profesional.
Se trata de Liip. Esto es un pequeño sistema que colocado en el tobillo del bebé, capta el pulso, temperatura y saturación de oxígeno de la sangre, es indoloro, no molesta y está siendo aceptado por los pediatras que van conociéndolo como método muy seguro de control del bienestar fetal.

M-Vaya, qué interesante. ¿Dónde se puede comprar o tener más información sobre él?
JV- A través de la www.cuida2.es o en la propia web de Liip.

M- Y… por último, ¿tiene en mente algún proyecto literario? ¿Nos sorprenderá con otro libro?
JV- Sí, me gustó la experiencia anterior y me gustaría dar a conocer algunos de los más interesantes aspectos del desarrollo fetal, de cómo seguramente el bebé se siente en ese pequeño mundo que le toca vivir antes de salir al otro desconocido mundo para él, qué experiencias puede tener. Me gustaría poder introducirme en ese pequeño mundo y poder contarlo. Eso no es posible, pero a través de los conocimientos de la fisiología del desarrollo del bebé, añadiendo las experiencias obtenidas a través de la ecografía y con algo de razonamiento he podido llegar a deducir algunas cosas interesantes, con alta probabilidad de veracidad y como mínimo, interesantes y al menos para mí, ilusionantes, que me gustaría compartir.

M-Interesante. Estaremos atentos a este nuevo proyecto. Muchas gracias por atenderme doctor Martí.

Te recordamos que puedes hacerte con tu ejemplar de “El padre que quiero ser” pinchando aquí. En pocos días lo recibirás en tu domicilio.

Marta Senent Ramos
Me podría definir como Editora, escritora, emprendedora o incluso como investigadora especializada en temas de género, arte y diversidad funcional. Pero creo que prefiero hacerlo como entusiasta de la vida y apasionada por el mundo de la literatura. Mi lema en la vida es como dice Albert Espinosa: Si crees en los sueños, ellos se crearán.

MARTA SENENT RAMOS

¿Por qué los libros son tan caros?

¿Por qué los libros son tan caros? Esta fue la pregunta que me hicieron durante la presentación de un libro (el libro que se presentaba costaba 12€). Y seguramente, es una pregunta que, si me la hizo esta persona, quizás se la plantee más gente. Así que voy a responderla.

Para empezar, te formulo una pregunta ¿te parece caro un menú de 12€/15€ del que, aunque hayas disfrutado, a la hora de la cena vuelves a tener hambre? No, ¿Verdad? Y ¿Por qué un libro del que puedes disfrutar, tanto tú como los tuyos, cuantas veces queráis te parece caro pagar 12€/15€?

Cuando vas a una librería y miras los precios de los libros, quizás dices: jo, ¡qué caros! Pero esos 12€ (que vamos a poner como ejemplo) ¿Sabes dónde van y cuánta gente “come” de ellos? Te lo resumo brevemente:

En primer lugar un 30% (3,6€ de los 12€) del P.V.P del libro se lo queda la librería (como cualquier otra tienda las librerías también se quedan un porcentaje de las ventas), y si son grandes o reconocidas librerías incluso pueden quedarse el 40%. Otro 30% es lo que cuesta imprimirlo (aquí se ha de tener en cuenta que cuando más grande es la tirada, menor es el coste del libro. Por ello, las grandes editoriales pueden permitirse bajar el precio de algunos de sus libros). Los derechos de autor son un 10% (algunas editoriales ofrecen menos, pero sinceramente creo que un 10% es lo mínimo que se ha de llevar el autor/a por su trabajo). Y por último, la editorial se queda con otro 30%.

Vamos con ese 30% que se queda la editorial, que es la parte que le toca a ACEN (más del doble que lo que se lleva el autor/a).¡Un 30%! Pero si la editorial total no hace nada. No escribe el libro, no lo imprime, no lo vende… Entonces, ¿qué hace la editorial?* Te lo voy a explicar:

Lo primero que hace la editorial es valorar el manuscrito. Para ello lo ha de leer, ha de sopesar si tiene calidad, si tiene posibilidades de mercado… Una vez hecho esto (que lleva su tiempo), se ha entrevistar con el autor/a y ver si éste también quiere publicar con la editorial (quizás tenga otras ofertas, o no le guste cómo trabaja tu editorial). En el caso que diga que sí, la editorial empezará con el proceso de edición: corrección del texto, maquetación, diseño… (todo ello conlleva un coste que asume la editorial, de lo contrarío no sería edición, sino coedición o autoedción, pincha aquí para saber la diferencia entre las tres modalidades). Una vez listas y aprobadas las galeradas, tanto por la editorial como por el autor/a, se envía a imprenta, pagándole la editorial a ésta su 30% correspondiente. Cuando se reciben los libros en la editorial, ésta regala 5 ejemplares al autor/a, y envía 3 más para el Depósito legal. Luego, organizará la presentación/es y distribuirá los libros para su venta. Por último, facturará los libros vendidos a las librerías (quedándose éstas su 30%) y pagará su 10% al autor.

Pero, ¿qué sucede con los libros que no se venden? Imprenta ya ha cobrado su 30%, y no le puedes devolver los libros no vendidos, claro. La librería ya se ha llevado su 30% por los vendidos y te ha devuelto los que le han sobrado. El autor/a ha cobrado su 10% por los vendidos. ¿Quién asume estas pérdidas? Exacto: la editorial.

En resumen, los 12€ (como ejemplo) son a repartir entre imprenta (papel, tinta, maquinaría, averías de éstas, local, coste del personal), librerías (recursos humanos, gastos del local), editorial (editor, corrector, diseñador, maquetador, ISBN, DL, local, pérdidas de libros que no se venden, gastos de envío…) y autor/a.

Explicado todo esto, ¿todavía te parece caro un libro por 12€/15€ que si quieres es para toda la vida?

*En este artículo nos referimos a editoriales pequeñas, como lo es ACEN.

Marta Senent Ramos
Me podría definir como Editora, escritora, emprendedora o incluso como investigadora especializada en temas de género, arte y diversidad funcional. Pero creo que prefiero hacerlo como entusiasta de la vida y apasionada por el mundo de la literatura. Mi lema en la vida es como dice Albert Espinosa: Si crees en los sueños, ellos se crearán.

MARTA SENENT RAMOS

Entrevista a Ana Abejón

Nos encontramos con Ana Abejón, autora del libro “Con la lengua fuera” (ACEN, 2017), en un precioso parque de una ciudad cualquiera. Hace calor, mucho, el Sol está en su punto más alto y quema. Así que nos sentamos en un banco que tiene el privilegio de que las gigantescas ramas de un viejo pino lo protejan del Sol.

Me intriga saber la realidad que hay detrás de su ensayo novelado. Ana no es psicóloga y sin embargo, se ha adentrado en profundidad en un terreno muy difícil, dando como resultado dos perfiles psicológicos muy bien construidos, el psicópata y su víctima. Me pregunto hasta qué punto hay algo de autobiográfico en esta obra.

-(M)Bueno Ana, ¿Qué te animó a escribir y a publicar una historia tan dura?
-(A) Me animó la experiencia de mi amiga Sol, que por supuesto no se llama así en realidad. Sol ha pasado un infierno. A raíz de su separación, me hablaba de suicidio continuamente y no sabía qué hacer por ella, me desesperaba. Yo recordaba cosas sobre su matrimonio que ella me iba contando a lo largo de los años, comportamientos que no me cuadraban pero que tampoco entendía. Me indigné y me compadecí. Tuve que documentarme mucho para comprender, para asimilar, para creer. Vi con claridad que Sol necesitaba expulsar la basura tantos años acumulada, especialmente el trato que recibió de su ex marido y la incomprensión de “amistades” y familiares. Entonces le propuse que escribiera, pero ella tenía miedo, así que le pedí permiso para contar su historia y me lo concedió. Le presté situaciones, localizaciones, fechas. Fue un trabajo arduo en el que la premisa era no mentir, no exagerar, no modificar nada que pudiera afectar a la credibilidad de su testimonio y al mismo tiempo proteger su identidad. Cuando leyó la versión final, quedó satisfecha con el resultado y eso fue lo que me decidió a publicar.

-(M)¿Entonces no es un libro autobiográfico?
-(A) No, en absoluto, afortunadamente. Algunos lectores creen que sí porque he utilizado lugares y fechas de mi propia vida para proteger a Sol e interiorizar mejor su historia.

-(M)¿Qué ha significado este libro para ti?
-(A) Me ha marcado. He comprendido que cualquiera de nosotros puede caer en las garras de estas personas tan dañinas y desde entonces voy por la vida con mil ojos. He aprendido con Sol a decir no, a poner mis límites y a confiar en mi intuición. Aún así, el riesgo persiste.

-(M)Desde que has publicado tu libro “con la lengua fuera” ¿has conocido a más víctimas de psicópatas sociales?
-(A) Tuve que conocerlas antes para darme cuenta de que la experiencia de Sol no es única, de hecho incorporo algunos testimonios de estas personas. Y sigo conociendo nuevas víctimas, porque es un goteo incesante. Estos depredadores son una plaga y lo terrible es que no queremos aceptar que existen.

-(M)¿Dirías que tu libro ha ayudado a otras personas?
-(A) Sinceramente no lo sé, pero mi ánimo al escribirlo es que sirviera para eso. Ojalá.

-(M)¿Tienes más proyectos en mente?
-(A) Me gustaría hablar de la equidistancia, de la incomprensión, de la falta de solidaridad. Me gustaría saber a cuantas víctimas de terrorismo les han preguntado “¿qué grado de responsabilidad crees tú que has tenido en lo que te han hecho?”

-(M)Muchas gracias Ana por concederme esta entrevista, ha sido un placer conocerte, y espero que tu libro llegue a muchas personas.

Marta Senent Ramos
Me podría definir como Editora, escritora, emprendedora o incluso como investigadora especializada en temas de género, arte y diversidad funcional. Pero creo que prefiero hacerlo como entusiasta de la vida y apasionada por el mundo de la literatura. Mi lema en la vida es como dice Albert Espinosa: Si crees en los sueños, ellos se crearán.

MARTA SENENT RAMOS

De libros japoneses y otras curiosidades

Poner un pie en el avión y ver que el destino que me esperaba era una buena opción literaria.
Una mujer japonesa iba cargada con dos libros en el asiento contiguo. Y es que no se puede remediar mirar de reojo cuando ves que un libro se empieza a leer por el final. Y no es que la mujer tuviera alguna manía especial, sino que en Japón de muchos es conocido que la escritura es de derecha a izquierda, por lo que se lee “al revés” que en Occidente, es decir, de atrás hacia adelante.
Tampoco es extraño ver que una de las pocas personas que iba cargada de libros era originaria del país del Sol Naciente y es que un 91% de la población japonesa lee de forma habitual y cada habitante consume una media de 47 libros al año, casi 4 libros al mes. (Envidia sana)

 

Mujer leyendo un libro en el metro de Tokyo

 

Con esto me aventuré a entrar en alguna librería japonesa. Allí todo es kilométrico: estanterías kilométricas, filas de personas esperando kilométricas y montañas y montañas de libros expuestos de manera original: en forma de escalera, de montaña…
Y llegó el momento: abrir uno de los libros y dignamente aparentar que me interesaba por su contenido sin levantar sospecha en los trabajadores que acechaban, lo de levantar sospecha lo digo porque alguien que solo conoce la palabra Arigatoo o Konnichiwa, llama la atención en los oriundos cuando tímidamente abre un libro japonés y lo hace desde el principio como lo hacemos en España disimulando como si entendiera todo lo que allí se plasmaba, vamos, un cuadro.
Me sorprendió el precio de estos, un libro con una edición en pasta dura y con cuidadas ilustraciones cuesta en torno a 1.600 yenes, unos 12 euros. El libro, en la estantería de últimas novedades, o eso entendí, ¡baratísimo! Aquí en España estas ediciones suelen llegar fácilmente a los 20 euros. Seguí mirando y continué sorprendiéndome: ¡libros infantiles preciosos por menos de 8 euros! Las ediciones salen muy baratas debido a que las tiradas son muy grandes, las cifras de autores y lectores se disparan en Japón y convierten a este país en uno de los más devoradores de libros del mundo.
Tanto es así que la venta de libros de segunda mano está en pleno auge, debido al gran número de libros que hay, su gran consumo y su sugerente precio.
No solo de letras vive la literatura, también hay que destacar la labor de diseñadores gráficos y dibujantes. En Japón absolutamente todo lo explican con ilustraciones. Por lo que si eres diseñador, ilustrador o dibujante y quieres vivir de ello, Tokio puede ser una buena opción para tu trabajo. Los cómics y el manga son en el distrito de Akihabara en Tokio todo un referente, allí te encontrarás con tiendas especializadas en ello y cualquiera lee estos libros: hombres trajeados, jóvenes… Allí puedes encontrar los manga-kissa, que son unos café biblioteca en la que puedes reservar un pequeño espacio para leer tus comics favoritos.
Y es que estar en un país donde se cuida tanto la literatura es un placer. Hasta tienen una festividad en torno a ella. Baikaisai, o el Festival de la flor del ciruelo, se lleva a cabo en Kitano Tenman en Kyoto en el mes de febrero para honrar la memoria de la patrona de la literatura deificado a Sugawara Michizane.
Sentado en un cubículo de una librería en Kioto, leyendo (o haciendo que leo) un libro en japonés de pastas duras e ilustraciones preciosas que pocos leen, me despido y os dejo esta frase de Murakami: “Si solo lees libros que todos leen, solo puedes pensar lo que todos están pensando”.

Pues eso, a leer cosas diferentes para pensar cosas diferentes. Lean, lean y viajen mucho.

Naci un otoño del 82 mientras Isabel Allende lanzaba su primera novela y las hojas amarilleaban en Madrid.
Treinta y un años después se editó la mía: “Parecían sombras”. Desde entonces escribo todo lo que se me ocurre: poesía, más novelas, microrrelatos…
Mi cita favorita viene de otro escritor: “El que resiste, gana”.
Mientras tanto vivo y soy feliz.

ÁNGEL M. CASTILLO DE LAS PEÑAS

Cursiva, «comillas» o negrita

Un punto a nuestro favor es que no debemos pensar en todo esto, pero, a veces, nos encontramos con textos donde por querer resaltar una parte o partes, los convertimos en un galimatías. Algunas partes del texto las ponemos en cursiva; otras, por ejemplo, pueden ser palabras que queramos destacar, entre comillas; y si ya rematamos, porque nos apetece o porque ese nombre parece mejor resaltarlo de otra forma, en negrita. Y nos quedamos tan satisfechos cuando se lo entregamos al editor.
Sin embargo, todo tiene su procedimiento y hay unas reglas de edición que conviene conocer. No todo puede ir en negrita, cursiva o con comillas.

Comencemos con la negrita:
Tiene, como el resto, función diacrítica y sirve como comodín para resaltar partes de un texto o alguna palabra en especial. Se utiliza más en textos periodísticos, web, diccionarios y bibliografías. Su uso depende del criterio que le quiera dar el editor, por lo que tenemos más vía libre para usarla, sobre todo, en casos donde no se pueda usar las comillas o la cursiva.
Bueno, parece fácil. No lo es, sin duda, porque la negrita en un texto utilizada de forma intermitente puede entorpecer la lectura al lector. Además, hay que vigilar que solo se utilice en las palabras que se quieran destacar y no ir más allá. Por ejemplo, el autor la utiliza para destacar un nombre propio en una obra, sin embargo, el editor lo entiende como una forma de destacar todos los nombres propios y el corrector lo puede extender a todos los que aparezcan en la obra, cuando el autor solo quería destacar uno en cuestión.
Esto es algo que habría que aclarar cuando enviamos una obra, para que así no haya confusiones a la hora de corregir y maquetar.

De mano de la negrita viene la cursiva y las comillas «»:
¡Anda! ¡Esto también tiene normas! Vamos con ellas.
¿Qué se puede escribir en cursiva?
•Los títulos de libros (obras literarias, científicas, tratados, monografías, etc.): El Quijote, periódico El País.
•Los títulos de obras de arte (escultura, pintura, canción, música): Las Meninas de Velázquez, El Guernica de Picasso.
•Títulos de películas, nombres de programas y series de televisión: Anatomía de Grey, Supervivientes, La Voz.
•Los seudónimos y alias o apodos cuando aparecen acompañados del nombre propio:
Leopoldo Alas, Clarín.
•Los nombres en latín y también los que están en un idioma extranjero y no se han adaptado al español.
¿Qué se puede escribir en comillas?
Sobre todo, se utilizan para resaltar una parte del texto como, por ejemplo, pensamientos directos del personaje.
En este apartado cabe destacar que hay tres tipos de comillas: las latinas «», las inglesas “” y las simples’. Y en los textos impresos se suelen utilizar en este mismo orden (aunque como escritores siempre recurramos a las inglesas).

¡Ahora, lo más importante!
No se puede escribir ni en cursiva ni en comillas:
•Los nombres oficiales de establecimientos, edificios, sociedades, aunque estén en otro idioma: Zara, El Corte Inglés, restaurante Vips, etc.
•Los títulos de obras que contienen normas y los libros sagrados: Código Penal, la Biblia, el Corán.
•Los nombres de personajes de ficción, aunque sean apodos: el señor Kaplan, interpretado por Cary Grant.
•Nombres de razas (animales y humanas), tribus o etnias.

Y eso es todo. Un pequeño resumen de un pequeño mundo al que llamamos para destacar nuestras más grandes palabras.

 

Elisa Campos Aguilar
Soy escritora, correctora y bloguera. Apasionada de la literatura y del cine. Amante de los animales y de la naturaleza. Viajera en sueños y forjadora de ilusiones.

ELISA CAMPOS AGUILAR

Cómo escribir una obra maestra

Cuando terminas de escribir tu libro posiblemente te ocurran dos cosas: que crees haber escrito una obra maestra, o por el contrario, comienzas a pensar que lo que has escrito es una auténtica y genuina mierda que nadie va a querer leer.
Normalmente no será ni una cosa ni otra.
Las grandes obras maestras se caracterizan por varios detalles sin importancia que son comunes a todas y que sus autores han tenido la valentía o la capacidad de mostrar y que han convertido sus obras en clásicas, en inmortales, en obras maestras de la literatura.

Vamos a analizarlo:
En principio la obra tiene que tener originalidad. Tenemos que ser conscientes de que lo que vamos a contar y la forma en que lo vamos a contar es original y genuina. Por ejemplo El tambor de hojalata de Gunter Grass o la Metamorfosis de Kafka han sido originales ya no solo por la historia que cuentan sino además por un lenguaje característico muy concreto. La forma de escribir de Grass, la ironía, la invención de palabras que describen perfectamente a las personas o la forma en que Kafka convierte una metáfora en novela, son simplemente magistrales.
Hay que tener cierta voluntad artística, sin duda. Escribas como escribas tienes que tener en mente querer crear una obra de arte en la que el lenguaje no es una finalidad en sí mismo aunque esté perfectamente cuidado o no… es el fondo lo que importa, lo que vas a contar y dependiendo de qué quieras contar el lenguaje ha de ser acorde a ello.
También hay que tener en cuenta nuestra intención comunicativa. Qué queremos contar. Alguien dijo que para escribir un libro basta con tener algo que decir y hacerlo, el resto, las dotes lingüísticas, el estilo, la narrativa, los recursos poéticos son las armas que tenemos a nuestro alcance y que nos van a ayudar en el empeño de contar aquello que nos interesa. De nuevo, volvemos al fondo, sin quedarnos puramente en lo estético.
Tu libro ha de tener un mundo propio, ha de ser un lugar donde los personajes y la historia convivan y donde se cree ese mensaje interno de la obra. No importa si estás escribiendo novela histórica, ciencia ficción, novela negra o una de vampiros, todo eso formaría parte de un fondo en el cual deben moverse los personajes y el argumento y quizá determine el cómo escribir, pero sin perder el espacio personal de tu historia y sin dejar que la generalidad de unos hechos nos impida profundizar en lo que estamos contando y que solo va a incumbir a los personajes de tu narración.
Hemos hablado del fondo, pero también hay que cuidar la forma, el mensaje que quieras dar determinará qué tipo de personajes y en qué lugar se mueven, por lo tanto también la forma en que te has de expresar. Sería incongruente que un personaje actual hablara y pensara como hablaban los personajes del siglo de oro o viceversa, por tanto, tu libro debe adecuarse siempre al momento y utilizar el lenguaje adecuado para él. Un ejemplo claro de utilización del lenguaje es Muñoz Molina, leer un libro suyo es viajar en el tiempo tan solo por las palabras con las que se expresa.
Obviamente, cuando uno se sienta a escribir, puede que no se plantee hacer una obra maestra, pero siempre hay que plantearnos para qué queremos escribir, qué vamos a contar, qué podemos aportar.
Si escribimos novela, dar un mensaje se puede ir diluyendo a medida que avanza la narración con lo cual tenemos que tener siempre presente lo que de verdad queremos narrar, trazarnos una especie de camino mental hacia la obtención de una meta y no desperdigarnos entre los párrafos, y así, aunque nuestros personajes cobren vida propia, irán a dónde nosotros nos hemos propuesto que vayan y contarán lo que de verdad queremos contar.
Por coherencia personal, aunque pretendamos simplemente contar cosas, sin sentirnos en la necesidad de crear grandes obras, tenemos que buscar la calidad; hay que estudiar, aprender, mejorar, utilizar todas las técnicas a nuestro alcance, corregir los textos, mejorarlos, ser críticos con ellos, cuidarlos, aceptar consejos, no cansarnos nunca de observar ni de leer las grandes obras de la literatura, tratar de hacer que ese viaje sea lo más agradable y ameno para el lector, que le guste lo que escribimos aunque no pretendamos tener un fondo inexpugnable ¿verdad? Pero sí vamos a ofrecer calidad literaria suficiente como para que nuestro libro sea un buen libro, para que guste, para que se lo pasen bien leyéndonos.
La técnica narrativa se aprende y por tanto, aunque no tengamos el talento de los grandes maestros y el fondo necesario que toda gran obra ha de tener, no tenemos porqué escribir mal, al contrario, podemos escribir muy bien, ser leídos y que nuestros libros gusten y se vendan.
A lo mejor no queremos decir nada, queremos simplemente distraer, divertir al lector, nos gusta divertirnos a nosotros también, plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro, pero a eso no se le llama escritor, eso es grafomanía, y oye, también es completamente legítimo, ahora eso sí, no será nunca una obra maestra.
En ese caso, posiblemente, obtengas respuesta a la cuestión con la que comenzaba en artículo.

 

Nina Peña Pitarch
Nací en Castellón, en 1970. En 2016 publiqué mi primera novela “¿Cómo que a qué huelen las nubes?” un libro divertido y feminista sobre mujeres de hoy.
Desde entonces he publicado varias cosillas en Amazon y colaboro con diferentes medios.
Con “Rosa de los vientos”, mi segunda novela, me adentro en la intimidad de las escritoras noveles; en los miedos, sueños, esperanzas y en la superación constante que toda creación conlleva.
Con mi trabajo trato de afianzarme  dentro del panorama nacional junto a toda una nueva generación de escritores independientes que luchamos por ser leídos.

NINA PEÑA PITARCH

“Muertes de sobremesa” de David Jiménez “El Tito”

Reseña de “Muertes de sobremesa” por Francisco Marín (director de contenidos de Cartagena Negra)

TÍTULO: Muertes de sobremesa

AUTOR: David Jiménez Martínez, El Tito

EDITA: ACEN Editorial (2015)

Encuadernación: Rústica con solapas. Tamaño: 14,5 x 21 cm. Número de páginas: 390. PVP: 16,95. ISBN: 978-84-943645-7

«La especie humana es la más salvaje del mundo»

¿Qué se puede decir de una historia que te agarra el corazón y el intelecto desde el principio y acabas llorando con ella?

Exactamente eso es lo que me ha ocurrido al leer Muertes de sobremesa. Nos encontramos frente a un relato que, con fondo policial, trata dos temas muy sensibles: la “compra-venta” de niños y el maltrato animal.

David Jiménez ha entrado por la puerta grande en el difícil mundo de la novela negra… eso sí, se ha puesto el listón muy alto; espero y deseo fervientemente que lo mantenga y, ¿por qué no?, lo supere. Con Muertes de sobremesa se incorpora a esa nómina de escritores jóvenes y algún que otro menos joven que toman como escenarios de sus novelas ciudades conocidas y fácilmente identificables: Dolores Redondo –el valle del Baztán-, Estela Chocarro –alrededores de Pamplona-, Santiago Álvarez –Valencia-, Julio Cesar Cano –Castellón-, César Pérez Vellida –Valladolid-, Antonio Parra –Cartagena-… El Tito toma como excusa, Cartagena y más concretamente los aledaños de una barriada –la mía- denominada San Ginés, incluso se hace referencia a mi calle como un punto de la investigación. Es una delicia poder caminar por los vericuetos que los protagonistas patean.

La historia comienza con un asesinato en un piso, del Paseo Alfonso XIII, frente al hipermercado Carrefour. Aquí arranca la búsqueda, por parte del inspector Marcial Lisón, del asesino del café. Después de dieciocho años vuelve a la palestra un asesino en serie para ¡¿convertir?! a sus víctimas en verdugos. El inspector Lisón es un policía muy peculiar, como único amigo de verdad cuenta con su galgo, que tiene que retomar una investigación que le explotó en la cara cuando, a mediados de los años noventa, era un simple agente a las órdenes del inspector Villanueva. Sabe que el asesino del café ha vuelto cuando ve el cadáver desnudo de Emma, mujer de Villanueva, sentado frente a la mesa de la cocina, con dos tazas de café y el dedo anular amputado.

La investigación es muy enrevesada y difícil. Acompañamos a Marcial Lisón y a su compañera Zoe en sus pesquisas; y en sus relaciones personales; incómodas, a veces, y no de buen gusto para algunos de ellos. El autor lleva y trae al lector con gran maestría… con un relato vivo y audaz que, en más de un pasaje, te deja sin respiración y mirando incrédulo lo escrito. Al avanzar, algunas cuestiones no son lo que parecen y las últimas cien páginas son memorables –llegándome a recordar a un autor, muy respetado por mi, como es Pierre Lemaitre en su obra Àlex– donde consigue cuadrar un círculo muy difícil de cuadrar, pero David lo consigue sin que nos ¿demos cuenta? Puede haber un momento en que uno puede pensar que… pero lo que realmente es, es una auténtica sorpresa.

En Muertes de sobremesa no solamente se investigan unos hechos pasados… también es interesante poder investigar y negociar con los recuerdos más profundos de algunos de los protagonistas. Sorpresas y gordas las hay, además de mucho amor a los animales –en particular a un galgo-. Lo entiendo perfectamente. Un final muy abierto… que deseo que no se cierre de momento y podamos seguir de cerca nuevas aventuras de Marcial/Zoe.

Gracias, David, por esta lectura y por lo mucho que podemos aprender de relaciones, no sólo humanas, sino con nuestros amigos los animales. Al tiempo que dejas muy claro que nadie puede huir de su pasado y hay que estar preparado porque en cualquier momento puede explotarnos en la cara. Posiblemente, en mi interior, acabo de declarar a Muertes de sobremesa como mi mejor novela novel de 2015.

David Jiménez Martínez «El Tito» (Cartagena, 1978) es Licenciado en Biología por la Universidad de Murcia. Trabaja como agente marítimo en el Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA), un cuerpo policial adscrito a la Agencia Tributaria que se encarga de la represión del contrabando, la investigación del blanqueo de capitales y la fiscalización de los Impuestos Especiales.

Charlamos con David para saber un poco más de él y su obra…
P.- ¿Desde cuándo escribe?
R.- Es una pregunta difícil de responder porque, en mayor o menor medida, escribo desde que era bastante pequeño. Lo que ocurre es que empecé a tomármelo más en serio, es decir, escribir con visos de ser publicado, hará unos tres años.
P.- ¿Cuándo, cómo y por qué nace Muertes de sobremesa?
R.- Nace después de haber escrito una primera novela del mismo género que no tuve la suerte de publicar, así que el porqué supongo que atiende a un afán de superación y mejora. El cómo lo recuerdo perfectamente: sacando a Leti, la perra con la que aparezco abrazado en la solapa interior de Muertes de sobremesa. Pensé en cómo disfrutaba de la soledad de esos paseos con mi perra y cómo me servían para ordenar las cosas que me habían sucedido a lo largo del día, de ahí que introdujese el personaje de Sola y dotase a Marcial Lisón de un cierta soledad que diese juego a esta relación. El cuándo se ubica en junio de 2013, después de abandonar la primera novela y centrarme en mejorar aquellos aspectos que las editoriales y agencias literarias me habían aconsejado.
P.- Defina brevemente qué es para usted la novela negra.
R.- Definir la novela negra es muy complejo, así que de antemano admito cualquier otra definición que no se ajuste a la que a continuación voy a dar. Para mí la novela negra es toda aquélla que, en torno a un óbito acontecido de cualquier índole, profundiza en la vida personal de los personajes, no limitándose a mostrar de ellos lo que tiene una cierta relación con la muerte que nos ocupa, sino yendo más allá y mostrando sus inquietudes, sus cotidianidades, en fin todo lo que ayude a hacer más poliédricos a los personajes.
P.- ¿Hasta qué punto es necesaria en nuestra sociedad?
R.- Sólo hay que echar un vistazo a las noticias para ver que estamos rodeados de novela negra de carne y hueso por todos lados. Creo que conocer por qué una persona es capaz de arrebatar lo más preciado que tiene otro ser humano, es decir, la vida, ayuda a entender en qué sociedad nos movemos en la actualidad, donde el precio de la existencia, muchas veces, se desploma alcanzando unos mínimos preocupantes.
P.- ¿Cree que el género negro ya no es considerado como literatura de ‘segunda clase’?
R.- Es cierto que en esta época de crisis el crecimiento de este género tiene una relación directa con eso que comentaba antes de conocer el porqué de las cosas. Por qué se puede dejar a una familia con niños pequeños en la calle mientras políticos corruptos que nos roban a espuertas siguen viviendo con todo tipo de lujos. Por qué un marido maltrata a su mujer hasta matarla para suicidarse después, pudiendo haber acabado con su vida sin dañar la de nadie más.
Pues bien, partiendo de que no creo que haya orden de prelación en la literatura, ese aumento de lectores del género, siguiendo la norma del cliente siempre tiene la razón, coloca a la novela negra dentro de esa hipotética primera clase.
P.- ¿Cuándo supo que escribiría novela negra?
R.- No sabría decir cuándo, pero sí sabía que lo único que de verdad me llena al escribir es hacerlo de este género.
P.- ¿Se inclina más por la personalidad del criminal o del agente de la ley?
R.- Debido a mi trabajo es más fácil posicionarme del lado del agente de la ley, pero reconozco que hay ciertas novelas donde es muy interesante ubicarse en la otra vertiente.
P.- ¿Sangre o psicología?
R.- Ambas. Según el momento, según el tipo de novela y según quién la escriba.
P.- Elija arma y técnica, ¿cuál es su medio preferido a la hora de matar?
R.- Las manos y la asfixia. Me parece que dar muerte a alguien es un gesto íntimo que necesita hacerse sintiéndolo uno mismo. Sé cómo suena, pero hablo desde el punto de vista de un homicidio literario, por supuesto.
P.- ¿Qué no incluiría nunca en una de sus novelas negras?
R.- Fenómenos paranormales. Necesito que todo se sustente en una base de raciocinio. Admito la mitología tal y como la usa Dolores Redondo: como canalizador de la trama, pero no como desenlace.
P.- ¿Cuáles son sus géneros y autores favoritos?
R.- Mi mayor defecto es que leo casi en exclusividad novela negra. Muy de vez en cuando, para desintoxicar, paso a la fantástica, pero nunca leo dos libros seguidos de este género.
En cuanto a los autores, tengo varios a los que admiro y de los que trato de aprender a través de sus libros, pero el que más me llena al leerlo es Lorenzo Silva. Otros grandes autores del género a los que admiro son Dolores Redondo, Nieves Abarca y Vicente Garrido, Toni Hill y, recientemente, María Oruña.
P.- ¿Qué está leyendo ahora mismo?
R.- He terminado hoy mismo Milena o el fémur más bello del mundo.
P.- Como lector, prefiere: ¿Libro electrónico o en papel?
R.- Me gusta mucho más el papel, pero por comodidad la mayor parte de mis lecturas son en formato digital.
P.- ¿Qué manías tiene a la hora de escribir?
R.- No sé si es una manía, pero el 90% de la novela está escrita a altas horas de la madrugada.
P.- Cuente alguna curiosidad literaria personal que le haya ocurrido y no ha sido desvelada hasta hoy.
R.- Cuando empecé a moverme en busca de una salida para mi primera novela, conocí a través de Twitter a una chica que se encontraba en una situación similar, hicimos una buena amistad digital e intercambiamos fragmentos de nuestras novelas. A menudo nos dábamos consejos, compartíamos inquietudes e incluso hicimos una apuesta. Hoy en día ella es una escritora que está demostrando todo su talento y yo trato de abrirme camino.
P.- Sus planes a corto y medio plazo ¿son?
R.- El corto plazo es evidente: volcarme con Muertes de sobremesa y luchar porque pueda llegar a todos los rincones de este país, que para un libro que, aunque en papel, se vende en casi en exclusividad por Internet, no es nada sencillo.
A largo plazo tengo una duda que el corto plazo me resolverá. Llevo más de 120 páginas escritas de una segunda novela con los mismos personajes que Muertes de sobremesa, y un proyecto muy avanzado para empezar una nueva que no tiene nada que ver con la que hoy nos ocupa esta entrevista y, la verdad, no sé cuál de las dos será por la que me vuelque finalmente.

PETRA DINDINGER: “La poesía es la pastilla para el dolor del mundo”

Entrevistamos a Petra Dindinger, bordadora de sueños e hilvanadora de letras que con su obra Eternos nos acerca al amor y a otras cuestiones. Además, nos habla de sus nuevos proyectos y de cómo sobrevivir a través de la palabra.

1.Cuéntanos, ¿cómo surgió la idea de publicar Eternos y cómo fue el proceso?

Desde niña me interesó siempre la historia, saber cómo vivieron en los albores de los tiempos, cómo a través de los siglos. Cuando me jubilé me inscribí a talleres de literatura creativa que dirigió Rosario Raro, autora entre otros de “Volver a Canfranc” y “La huella de una carta”. Sus alumnos teníamos que hacer ejercicios semanales con relatos de la más diversa temática y entre ellos los que más me gustaban eran los históricos. Tanto me gustaron que me planteé escribir más relatos, juntarlos y hacer un libro con ellos. ”Las olvidadas” de Ángeles Caso era un libro que me gustó mucho. Fue inspirador, pero quise hacer algo diferente, meterme en los personajes como si fuese yo misma. Así podía ser Himilce, Safo, Sofonisba de Anguisola sin serlo y expresarlas en tercera persona.

2.En Eternos nos hablas del amor en distintas formas y recorres la vida de diferentes personajes de la historia. ¿Crees que las relaciones amorosas han cambiado demasiado con respecto al pasado?

No creo que el amor, las diferentes formas y relaciones hayan cambiado para nada. El ser humano es como es, con sus sentimientos, gustos y placeres. Lo que ha cambiado, diría que para mejor, es la libertad en los países avanzados, en admitir la diversidad de los sentimientos y relaciones. En el amor debe de prevalecer la libertad de expresión de común acuerdo entre los amantes.

3.¿Qué época histórica elegirías para el amor?

El amor tiene muchas facetas, el amor romántico puede asomarse en el siglo XXI en una discoteca y no tiene porqué ser de otro siglo. Me gusta la época actual, la aceptación de la diversidad, la libertad sin estridencias, SER, AMAR, SENTIR eso se puede expresar ahora mismo, una mirada tierna de comprensión mutua, perseguir el deseo, ser auténtico. Sí, la época actual donde los cuentos de hadas sobran, y la ternura y entrega prevalece.

4.Con tu novela La barrera fuiste galardonada con el XII Premio Ciudad de Irún. ¿Qué opinión te merecen los concursos literarios y su difusión?

Para mí el premio de mi novela “La Barrera” fue como un viaje al espacio infinito, aunque en sí no me abrió ninguna puerta especial, porque a causa de los avatares de la vida no me pude dedicar a la literatura plenamente. Además, fue una heroicidad, ya que no tenía estudios literarios, me lancé al río y me encantó la sensación. En sí, creo que para los que se dedican a la literatura son importantes los premios, siempre son una especie de lanzamiento que dan credibilidad al autor y una alegría enorme al galardonado. Actualmente no participo en premios, he mandado relatos y poemas a diferente concursos, he sido seleccionada en casi todos, pero me frena totalmente el negocio que hay detrás de muchas editoriales que convocan los premios. Porque aun siendo seleccionada, te ofrecen comprar el libro en que figura tu obrita, o sea, les es un negocio seguro. ¿Quién no compra el libro en el cual aparece un escrito tuyo? Actualmente prefiero los likes de mi blog (petradin.wordpress.com). Alguien lee mis escritos y le gustan, de eso se trata…

5.Si tuvieras que elegir un personaje de Eternos para viajar a una isla desierta, ¿cuál sería? ¿Qué consejos le darías para que el amor no le hiciera demasiado daño?

Sin duda alguna me llevaría a una isla desierta al capitán Orazio Lomellini. El amor profesado a su esposa Sofonisba de Anguisola, su ternura hacia esa mujer veinte años mayor que él, que en su tiempo tuve que haber sido un bombazo de lo más anormal, ese hombre demostró al mundo lo que es regalar amor. Por supuesto no despreciaría al Sha Jahan quien hizo construir el Taj Mahal junto al río Yamuna.

6.En esta sociedad rápida en que vivimos, ¿se puede morir de amor o crees que el amor ha pasado de moda?

¿Morir de amor? Creo que todavía y a pesar de la vida moderna, aún hay quien se suicida si no es correspondido. Pero dudo que eso sea de amor, más bien del ego herido… No me veo capaz de afirmar que no pueda existir ese morir de amor, pero en esa sociedad moderna y estresada con los múltiples posibilidades de contactos y libertades, no va a ser fácil encontrar a alguien que muera de amor.

7.¿Qué opinión te merece el trato a la cultura en España?

Sabemos que el trato a la cultura siempre depende de los políticos, no tanto de la gente. Esa tiene libertad de elección, pero las diferentes vías culturales dependen y mucho del trato y de los impuestos de los gobiernos. Está tan a la vista que sobran las palabras y faltan ciertos hechos. También depende de los gustos de la clase política al mando. Y en ello he visto cosas esperpénticas que no quiero nombrar.

8.¿Qué consejos puedes dar a un autor novel?

Que escriba, que escriba mucho, que rompa lo escrito, que vuelva a escribir, que deje brotar sus inquietudes. Que no piense en un posible éxito ni fracaso, que exprese lo que lleva dentro, que observe, escuche, apunte, que lea, que olfatee, pero que no pierda el tiempo en pensar qué va a pasar con lo que escribe. Que se desengañe, que vuelva a levantar su ánimo, que sufra con cada palabra no escrita, pero que no se olvide de vivir, sin experiencia no hay mensaje…

9.Aparte de tus libros, estás involucrada en proyectos poéticos. En Nules (Castellón) que es tu lugar de residencia hay una eclosión literaria importante y con autores que se van haciendo camino. Cuéntanos algo de este fenómeno y qué tipos de actos organizáis para difundir la palabra versada.

La poesía es la pastilla para el dolor del mundo, no me considero poeta, pero me gusta la poesía, me gusta escribirla aunque no sirva mucho más que para mí. Ciertamente Castellón es un fenómeno poético, hay muy buenos poetas, mucho movimiento poético, no sé si es el clima, el mar, la gente es muy creativa y hay mil estilos diferentes. Me encanta. Es increíble. Gracias a Amelia Diaz Benlliure entré en un grupo poético y aprendo mucho de sus componentes. Amelia es un fenómeno, es poeta nata, lo lleva en la sangre, transmite. Estoy representada en una Antología de Poetas Castellonenses de 1984 y todavía seguimos en la brecha algunos desde entonces. Nunca he destacado en la poesía, en sí necesito otros recorridos, como la novela, la maratón de las letras, pero nunca abandonaré los versos, mis pildoritas para pedir justicia en el ámbito de los desfavorecidos. Publicamos nuestros versos en la revista Azharanía e invitamos a poetas de renombre para representar a todo el país.

10.¿Cuáles son tus próximos proyectos?

Hay una novela que con un poco de suerte saldrá este invierno que viene, si es que viene el invierno… El título es “EL ENMARCADOR” donde se confunde de nuevo el amor con el arte. También estoy trabajando en otra novela que trata del tiempo entre las dos guerras mundiales en Alemania, donde el amor no tiene tanta importancia, sino la supervivencia del día a día en un país lleno de opresión criminal, versus Hitler. Sin que sea una novela sobre Hitler, pero él influyó en todo.

11.Para terminar, ¿Crees que hay algo eterno en la vida?

Oh, sí, lo más eterno de las eternidades el amor a lo que sea. Y el renacer a la vida. De momento creo que la vida y el amor son indestructibles, a no ser que el Norcoreano haga alguna barbaridad.
Muchísimas gracias Petra por contestar a mis preguntas, ha sido un verdadero placer.

Consigue tu libro de “Eternos” de Petra Dindinger en nuestra tienda virtual.

LA PREGUNTA DEL PUEBLO PARA LA PRÓXIMA ENTREVISTADA. Teresa Ruíz, la dama serena, la que exhala sabiduría… ¿Qué llevará entre manos ahora mismo?

 

 

Naci un otoño del 82 mientras Isabel Allende lanzaba su primera novela y las hojas amarilleaban en Madrid.
Treinta y un años después se editó la mía: “Parecían sombras”. Desde entonces escribo todo lo que se me ocurre: poesía, más novelas, microrrelatos…
Mi cita favorita viene de otro escritor: “El que resiste, gana”.
Mientras tanto vivo y soy feliz.

ÁNGEL M. CASTILLO DE LAS PEÑAS

 

Soy Escritor, con Mayúsculas.

La controversia de las mayúsculas a debate. ¿Sabemos realmente qué palabras pueden o deben ir en mayúscula y cuáles no?
Cuando somos escritores nos preocupamos más por transmitir que por corregir. Nos emocionamos imaginando, convirtiendo y viendo como las letras avanzan a través del teclado. No nos fijamos en las comas, ni los puntos; a veces, incluso, ni en los acentos. Es normal porque las palabras no tienen solo significado, también contenido, que es lo que impulsa a utilizarlas. Las palabras son actores de un mundo que vive dentro de nosotros y que pugna por salir a cualquier precio.
Terminamos la obra y suspiramos satisfechos. Sin embargo, ahora es cuando nos adentramos en el difícil mundo de los detalles léxicos y gramaticales. Creemos que nuestra obra es perfecta, pero no es así.
Ahí es donde entra el trabajo del corrector, debe dejar intacto el espíritu del escrito, que este no pierda la esencia, pero cambiar aquello que no sea correcto desde el punto de vista tipográfico, morfológico o gramatical.
Una de las principales dudas que nos puede surgir es la utilización de las Mayúsculas. Si desconocemos el tema, vamos a utilizar esta función tal como nos lo han enseñado en las clases de Lengua, es decir, para marcar los nombres propios y después del punto.
Pues tengo que decir que hay muchas más connotaciones que no solemos tener en cuenta, por ejemplo: ¿Sabéis que los tratamientos, títulos y cargos se escriben con minúscula, pero las abreviaturas en Mayúsculas?, ¿que sol, tierra y luna solo se escriben en Mayúsculas en contextos astronómicos?
Para aportar un poco de luz al asunto, aquí os dejo una tabla que puede ser muy útil a la hora de decidir si una palabra puede o no ir en mayúsculas:

Casos Mayúscula Minúscula Ejemplo Excepción
Tratamientos, títulos y cargos. x monseñor, duque, usted, fray, rey, reina, ministro, arzobispo, etc. Abreviaturas: Sr., Ud., S. S. por Su Santidad. Solo es admisible que rey y reina vayan en mayúscula si no acompañan al nombre propio.
Gentilicios, pueblos y etnias x los tuaregs, los bielorrusos, los cíngaros.
Movimientos artísticos y culturales. X El Barroco.
Cuerpos celestes. X Júpiter, Marte, cometa Halley. sol, tierra y luna en minúsculas fuera del contexto astronómico.
Puntos cardinales. x norte, sur, este, oeste. Excepto cuando forman parte de un nombre propio (América del Norte, Europa del Este).
Días de la semana, meses y estaciones. x lunes, abril, primavera
Festividades X Navidad, Semana Santa Si funcionan como genéricos, en minúscula
Periodos prehistóricos e históricos X Alta Edad Media La palabra historia y prehistoria en minúsculas.
Medicamentos x ibuprofeno, paracetamol. En mayúscula los nombres comerciales: Lexatin, Prozac, Aspirina.

Resumiendo, aunque aquí no están especificadas todas las situaciones en las que nos podemos encontrar:
• Existen mayúsculas que se exigen por la puntuación.
• Se pueden utilizar las mayúsculas para resaltar una parte del texto y favorecer su legibilidad.
• La mayúscula sirve para identificar los nombres propios.
• No se escriben con mayúscula los nombres de los días de la semana, los meses, las estaciones, los títulos y tratamientos, los idiomas, las monedas, las etnias y pueblos, las razas y los colores, las ramas del conocimiento, las religiones y sus conceptos, los puntos cardinales, los hemisferios, polos geográficos y los medicamentos.

 

Elisa Campos Aguilar
Soy escritora, correctora y bloguera. Apasionada de la literatura y del cine. Amante de los animales y de la naturaleza. Viajera en sueños y forjadora de ilusiones.

ELISA CAMPOS AGUILAR

Autoedición, coedición y edición ¿De qué va esto?

Bueno, ya tienes tu libro terminado y ahora se abre ante ti un mundo infinito de formas de publicarlo.

Las editoriales florecen por doquier. Nunca ha sido más fácil que ahora publicar un libro y la posibilidad de los eBooks te permite llegar a lugares donde ni siquiera te habías imaginado. Pero, realmente, ¿sabes qué hacer con tu libro?

Lo que haces es plantearte cómo lo quieres publicar. Si en formato tradicional o en electrónico o quizá en ambos. Pero te encuentras que, en todo caso, hay cientos de editoriales que, ¡oh sorpresa! están dispuestas a publicarlo, a correr el riesgo, a apostar por ti y por tu talento.

Bueno, voy a ponerte los pies en la tierra y a desentrañar cómo funcionan esas editoriales que se están pegando por publicar tu libro y esos métodos nuevos de publicación que están a tu alcance.
Primero que nada mira el nombre de la editorial. Si es Planeta adelante. Si no es Planeta pero su sello está en todas las librerías que has visitado, está publicando con escritores que ya se han hecho un hueco y van adquiriendo prestigio, también adelante. Si no es así, probablemente, te conviene seguir leyendo.

Has de tener en cuenta de que el mundo editorial ha evolucionado, y la versión romántica y bohemia del editor y del escritor es algo que se ha quedado en la literatura. Ahora las editoriales son negocios, son empresas que quieren obtener beneficios, algo que es obvio. Y que aunque creas que apuestan por el arte, no publican por amor al arte.

Es lo que yo llamo vivir del cuento y no de la literatura.

Esas editoriales te proponen un modelo de publicación que, ante la disyuntiva de tener que hacerlo tú casi todo, comienzas a pensar si no sería mejor autopublicarse.

Por eso, porque posiblemente ante tanta información cruzada, tanta promesa y al mismo tiempo tantos comentarios como lees en redes sociales sobre casos “extraños” la autopublicación te parece un buen recurso.

Voy a desgranarte en qué consiste todo eso.

 

AUTOPUBLICACIÓN

Como su propio nombre indica, te lo vas a tener que publicar tú mismo. Buscar una imprenta, maquetar el libro, corregirlo, hacer la portada, revisar las pruebas de imprenta, hacerte cargo del IBSN y del DL, asumiendo los costes de todo.

Si has pedido presupuestos sabrás cuánto cuesta una buena corrección, una buena portada y maquetación, cuanto es el coste por libro en una imprenta. Si tienes cash, perfecto, adelante.

Pero antes piensa que cuando esté el libro impreso, ya en tus manos deberás asumir la distribución, el marketing, la promoción… ahí es donde puede que tengas dificultades si pretendes hacerlo tú todo y solito, porque posiblemente no tengas los contactos necesarios, no conozcas los canales de distribución ni sepas de marketing como para tener una buena estrategia. (No, tres spam en Facebook no es marketing).

 

COEDICIÓN

Bien, visto que autopublicar en formato tradicional no es tan fácil como lo pintan comienzas a barajar la posibilidad de la coedición.

La coedición consiste en publicar tu libro corriendo a medias con los gastos tú y la editorial maravillosa con la que te pusiste en contacto vía email una vez y te ha llamado trescientas veces para ver si cerráis el contrato.

La coedición te ofrece la impresión, el trámite de IBSN y DL, la promoción del libro, la distribución en librerías y la venta en su extenso catálogo de libros online. Ellos ponen una parte del dinero y tú la otra. En concreto tú pondrás un 50%, pero posiblemente en el contrato te ofrezcan un 45% de los beneficios, con lo cual las cifras comienzan a no cuadrarte.

Además, la portada, la maquetación y sobre todo la corrección te las van a querer cobrar aparte porque eso ya no pertenece propiamente a la parte editorial. Sino que debería llegar el libro ya corregido, bien maquetado y a poder ser con una portada fantástica en la que ellos se van a limitar a poner su sello.

Pero bueno, como te prometen una buena distribución, aún sopesas esa posibilidad. Te prometen también una cantidad increíble de libros, tal vez 500 en la primera edición.

Piensa. Si tienen tan gran distribución, si llegan a 300 librerías de forma presencial más su web. ¿Cuántos libros van a dejar en ellas? ¿Dos ejemplares? Algo no cuadra.

Lo más posible es que no te impriman esos 500 libros o que no tengan esa inmensa red que dicen tener. Quizá ambas cosas.

La coedición es, para mí, la peor opción de todas, porque tú vas a poner no solo el libro del que eres autor sino un inmenso trabajo (recuerda que te vas a encontrar con 500 libros para vender) para tener que dividir las ganancias.

 

EDITORIALES

Aquí hay partes muy diferenciadas. Porque aunque sean editoriales no todas funcionan de la misa forma.

Ante todo, una editorial va a correr con todos los gastos del libro, va a apostar por ti pero no todas las que te dicen eso van a cumplirlo del todo, así que por experiencia propia, voy a darte las claves para que sepas con quien te puedes encontrar.

– Desconfía de aquellas que te pidan dinero, eso sería coedición aunque no te lo digan.

– Desconfía de aquellas que te dicen que vas a estar en toda España, en las mejores redes de librerías y en las más conocidas. No suele ser así.

– Desconfía si te ponen un número elevado de ejemplares para la primera edición y en el contrato te ponen cláusulas como que tú has de hacer frente al pago de los ejemplares devueltos de depósito o del stock.

– Desconfía si te hacen firmar un contrato sin fecha de finalización en los derechos de autor.

– Desconfía si el pago de los derechos de autor no es en dinero contante y sonante y pretenden pagarte con ejemplares de tu propio libro del que, por cierto, no contemplan ofrecerte ningún ejemplar de cortesía.

– Desconfía si te están prometiendo todo aquello que soñaste alguna vez. Posiblemente no sea cierto y estén jugando con tus ilusiones.

– Desconfía si no te preparan presentaciones en tu ciudad o sí te exigen que estas no sean en ninguna librería de prestigio para poder tener más margen de beneficios.
Y a estas alturas te estarás preguntando en quién puedes confiar, y hasta tal vez comiences a mirar tu libro con rencor.

Confía en ti y en tu instinto. Si en una entrevista ves algo raro o detectas una adulación o grandilocuencia que no corresponde, posiblemente te están dorando la píldora.

Confía en una editorial que te desgrane punto por punto los gastos que ellos asumen y los porcentajes de beneficios para todas las partes, eso incluye la imprenta que se lleva ya un 30% del precio del libro y las librerías que se llevan otro 30%, lo cual deja apenas un 40% de beneficio para ti, para la editorial y al que hay que restar los gastos de editorial, tales como la obtención de IBSN y DL, maquetación, portada, una última corrección y edición. He dicho última corrección, el libro ha de estar corregidísimo cuando llegue o ningún editor lo leerá.

Puedes confiar en quien te hable de lo difícil que es vender, en quien te proponga un número concreto de ejemplares que como mucho serán 100, en quién te proponga librerías con nombre y dirección aunque sean pocas, y sobre todo, confía en quien te diga que va a trabajar contigo codo a codo, proponiéndote presentaciones, charlas, acciones concretas donde tú puedes ir con tus libros, quédate con quien te diga que vas a tener que mover el culo y promocionar tu propio libro, que vas a estar en las ferias del libro de tu ciudad y en los pueblos colindantes pero no en el Retiro ni en las Ramblas.

Todo eso es el mundo real y así están funcionando pequeñas editoriales que apuestan por autores noveles, casi desconocidos en sus propias ciudades, desconocidos por completo para el resto del mundo.

Es el primer paso para publicar, para darte a conocer y para tener tu libro en las manos.

Que vayas a más va a depender de ti, de tu talento y de tu trabajo, pero esa editorial, es el mejor trampolín que tienes para comenzar a publicar en papel y cumplir el sueño de ver tu nombre en las estanterías de tu librería favorita.

Y si te animas a publicar con una editorial, ya sabes que puedes contar con ACEN.

¡Ah! junto con tu manuscrito, no olvides la carta de presentación (Aquí te indicamos cómo hacerlo). Puedes enviarlo a info@aceneditorial.es

 

Nina Peña Pitarch
Nací en Castellón, en 1970. En 2016 publiqué mi primera novela “¿Cómo que a qué huelen las nubes?” un libro divertido y feminista sobre mujeres de hoy.
Desde entonces he publicado varias cosillas en Amazon y colaboro con diferentes medios.
Con “Rosa de los vientos”, mi segunda novela, me adentro en la intimidad de las escritoras noveles; en los miedos, sueños, esperanzas y en la superación constante que toda creación conlleva.
Con mi trabajo trato de afianzarme  dentro del panorama nacional junto a toda una nueva generación de escritores independientes que luchamos por ser leídos.

NINA PEÑA PITARCH

Cómo redactar una carta de presentación para una editorial

FIN. Qué palabra más emocionante cuando la pones al terminar de escribir ese manuscrito que tanto tiempo te ha llevado. Experimentas una mezcla de sentimientos encontrados, y tienes ganas de contárselo a todo el mundo, de que lean esa historia, esos poemas o esos pensamientos. Pero… ¿Cómo haces para que ese manuscrito se convierta en un libro, que llegue a las librerías y que lo lea todo el mundo? Está claro, enviárselo a una editorial.

Las editoriales reciben bastantes manuscritos en una jornada de trabajo. Todos, aunque fueran igual de buenos, no los podrían publicar (cuando digo publicar, me refiero a editar, no a autoeditar o coeditar. De esto hablaré en otro post). Y a menudo, las editoriales no tienen tiempo de leer todos esos manuscritos para decidir si los publican o no, y a veces caen en el olvido sin ni siquiera haberlos valorado.

Entonces ¿Cómo hacemos para que una editorial lea y valore nuestro manuscrito? ¿Por qué debería una editorial empezar a leer el nuestro, y no los otros que le han llegado? Para eso está la carta de presentación.

Muchas veces, la carta de presentación es suficiente para que una editorial se interese en la publicación de tu obra. Por eso debemos poner nuestros 5 sentidos en ella.

Aquí te doy unos cuantos consejos para redactarla, espero que te sean de utilidad:

 

  1. Brevedad: recuerda que llegan muchas propuestas y a menudo no da tiempo a valorarlas todas con minuciosidad. Entre 2 y 5 páginas estaría bien.
  2. Importante: Cuida tu ortografía y gramática. Una carta con faltas y mal redactada, puede hacer que la editorial ya no quiera leer tu manuscrito.
  3. Original: tu carta tiene que destacar sobre las demás, ha de llamar la atención de esa persona que la lee, que probablemente sea el filtro más importante que tengas que pasar para que la editorial valore en serio la publicación de tu manuscrito.
  4. Claridad: si se contacta por primera vez con la editorial, al enviar el correo electrónico, se tiene que poner en el apartado “Asunto” : “Manuscrito para consideración” (nunca el nombre del proyecto).
  5. Preséntate: La editorial quiere saber quién eres. Es importante que sepa de dónde eres, tus datos de contacto, a qué te dedicas, qué vinculación tienes con el mundo de la literatura, si has ganado algún premio o has publicado algo con anterioridad. También quiere saber tu disponibilidad y ganas que tu libro se publique, es decir, si tienes tiempo e ilusión para presentaciones, firmas y promociones.
  6. Presenta tu obra: indica a qué género, público, rango de edad, va dirigida, así como en qué se diferencia de las ya publicadas hasta el momento.
  7. Vende tu obra a la editorial: es interesante hacer ver al editor/a que la publicación del libro va a generarle beneficios económicos (al fin y al cabo, las editoriales son empresas, jejeje). Para ello, es importante facilitar la promoción del libro al editor/a y más si se publica por primera vez. Por ejemplo: es imprescindible saber si el autor/a tiene amistades, contactos que estarían interesado/as en comprar el libro si éste se publicara, o incluso, si tiene alumnos y alumnas que potencialmente pueden adquirir el libro.
  8. Redacta una sinopsis atractiva de tu obra: termina de motivar a la editorial para que lea y valore tu obra.
  9. Si quieres puedes adjuntar tu obra, o unos capítulos de ésta. Pero también puedes optar por poner en la carta, que si desean leerla, estarás encantado/a de enviársela.
  10. Y por último: mencionar también las reseñas, críticas o entrevistas de sus trabajos previos: prensa, páginas literarias en Internet, blogs…

 

Espero que estos consejos te hayan sido de utilidad y que pronto recibamos tu carta de presentación.

Y recuerda: si ya tienes terminada tu obra y redactada tu carta de presentación, tienes todo lo necesario. Es el momento de enviarla a la editorial.

En ACEN estaremos encantados de recibir tu manuscrito junto con tu carta de presentación: info@aceneditorial.es

Publica tu libro con ACEN Editorial, en Castellón

Marta Senent Ramos
Me podría definir como Editora, escritora, emprendedora o incluso como investigadora especializada en temas de género, arte y diversidad funcional. Pero creo que prefiero hacerlo como entusiasta de la vida y apasionada por el mundo de la literatura. Mi lema en la vida es como dice Albert Espinosa: Si crees en los sueños, ellos se crearán.

MARTA SENENT RAMOS